ELENA PUÉRTOLAS 09/11/2019
HUESCA.- Hubo un tiempo no muy lejano en el que familias con hijos con discapacidad
intelectual abandonaban su pueblo en busca de atención especializada y de un
futuro mejor para ellos. El medio rural no les ofrecía oportunidades para
su desarrollo. La Asociación Down Huesca, con carácter provincial,
ha apostado siempre por acercar a los profesionales a los pueblos para evitar los
desplazamientos, según explica su presidenta, Nieves Doz. Pero ahora va un
paso más allá. La entidad impulsa un
proyecto piloto y pioneropara conseguir "la inclusión total
en el medio rural", al favorecer la autonomía de las personas con discapacidad
intelectual.
Cinco jóvenes -Elena, Esther, Daniel, Carlos y Pablo- comparten desde el lunes
un piso de vida independiente en Binéfar, zona donde trabajan. "Tratamos
de ofrecerles un proyecto de vida y fomentamos la inclusión y la vinculación
de los jóvenes a su territorio. Evitamos que se vayan y favorecemos que tengan
las mismas oportunidades que otros jóvenes en las ciudades", comenta Elías
Vived, psicólogo de Down Huesca. Todos proceden de pueblos del Somontano, de
Monzón o de Binéfar.
Además, "al margen de los beneficios en los jóvenes con discapacidad,
entendemos que puede ser un elemento que contribuya a crear sociedades más
inclusivas, a que exista más sensibilidad a los colectivos más vulnerables",
explica Vived. Son estos dos ámbitos de actuación los que hacen que este
proyecto sea pionero. Por un lado, plantea una serie de actuaciones con las personas
con síndrome de Down u otras discapacidades y, por otro, las actuaciones en
contextos para fomentar la inclusión laboral, social, formativa; y que les
permita vivir independientes en un piso.
El proyecto comienza con las jornadas "Hablemos de nosotros" que
desde 2016 organiza Down Huesca cada año en Binéfar, en las que los jóvenes
-ni las familias, ni los profesionales- participan en mesas redondas para explicar
de primera mano a empresarios o políticos cuáles son sus sueños,
su realidad y sus intenciones. De ahí que surgieran posibilidades de empleo
en esta zona, que fue lo que llevó a la entidad a plantearse la búsqueda
de un piso para que hicieran vida independiente.
Esther trabaja en el Hotel Ciudad de Binéfar, donde hace tareas variadas
como reponer las toallas en el spa, levantar habitaciones o pasar el aspirador.
Los otros cuatro trabajan en Aviagen, la incubadora de huevos, considerada
la más moderna del sur de Europa, ubicada en San Esteban de Litera. Inicialmente
la empresa se planteó contratar a dos o tres, pero ya están cuatro. Y
lo mejor es que "hemos dado con la tecla porque hemos acertado en los puestos
de trabajo para nuestros jóvenes. Los cuatro de Aviagen se han adaptado
muy bien y están muy contentos", explica el vicepresidente de Down
Huesca, Máximo López, que además es el padre de Esther, de 26 años.
Ella ya estuvo en un piso de vida independiente en Huesca, donde recibió formación
y apoyó en la empresa de croquetas de la entidad. "En motivación y
autoestima hemos notado un cambio importante en ella. Se siente útil,
ha cogido con gusto eso de ir a trabajar y eso es un añadido importante",
destaca.
Una pieza clave de este proyecto será el Albergue
y Escuela de Vida Independiente La Sabina, que están construyendo en
Fonz y que esperan acabar cuando antes, en función de la disponibilidad presupuestaria.
Personas con discapacidad de toda España y de diferentes entidades y colegios
acudirán allí y formarán parte de un proyecto pedagógico,
lúdico y una formación en materia de vida independiente. Serán
los jóvenes de Down Huesca quienes les enseñen, detalla Doz.
Unas 120 familias forman parte de la Asociación Down, que se adapta a las necesidades,
pero lo que siempre piden es "la implicación de las familias porque
entendemos que es fundamental para que cualquier persona se desarrolle con los valores
necesarios para esta sociedad", indica Doz. "Tener una vida independiente
es lo que más anhelan", concluye Vived.
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