El accidente más grave causó la muerte a un vecino de Logroño el sábado en Loma Verde
HUESCA.- Los efectivos de montaña de la Guardia Civil han culminado
un puente festivo con al menos cinco intervenciones. El accidente más grave
supuso el
fallecimiento el sábado pasado de un vecino de Logroño de 51 años,
que se precipitó al vacío 200 metros cuando practicaba esquí de travesía
en la zona de Loma Verde, en el término municipal de Aísa. Los dos compañeros
con los que realizaba la actividad resultaron ilesos.
De las intervenciones realizadas durante el puente festivo, la última se llevó
a cabo este lunes, tras recibir un avisto a las 13 horas, y fue de un senderista
con un posible esguince de tobillo en peña Oroel, en el municipio de
Jaca.
Además del rescate del esquiador fallecido el sábado en Aísa, el
Sereim de Jaca, el helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca y el médico
del 061 rescataron ileso el mismo día a un vecino de Zaragoza, de 47 años,
que se había quedado enriscado cerca del ibón de Iserías,
en Canfranc, mientras realizaba senderismo con raquetas, y no se atrevía a
continuar la marcha. Una vez localizado, fue evacuado hasta la estación de
esquí de Candanchú donde continuó por sus propios medios.
Y el pasado viernes 6 de diciembre, los efectivos de montaña de la Guardia
Civil realizaron otras dos intervenciones más.
En la primera, el Ereim de Panticosa, con el helicóptero de Huesca y médico
del 061 rescataron a un montañero, vecino de La Puebla de Montalbán
(Toledo), que había sufrido varias caídas en el descenso del pico Anayet,
desde el corredor de los Franceses hasta la zona de barranco de Culibillas, en Sallent
de Gállego, y había perdido el conocimiento.
Y en la segunda, el Sereim de Jaca rescató a un vecino de San Sebastián,
de 48 años, por una lesión de tobillo, cerca de la cima de la Mesa
de los Tres Reyes, en Ansó.
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