"El coronavirus me recuerda al de la Gripe A por su baja letalidad y alta capacidad de propagación", dice
JAVIER GARCÍA ANTÓN 26/02/2020
HUESCA.- Juan José Badiola, director del Centro de Encefalopatías
y Enfermedades Transmisibles y uno de los grandes referentes internacionales
en crisis sanitarias, reconoce que "lo de Italia a las autoridades
españolas les ha pillado con el paso cambiado".
Siente que el problema radica en que los chinos están camino de arreglarlo
"pero nos va a mandar el regalo al resto del mundo". En todo caso,
aprecia que la clave estriba en si se produce una cadena de contagios incontrolada
y sostenida. Le recuerda mucho al virus de la Gripe A y recomienda lavarse mucho
las manos o no toser cerca de otras persronas. "Esas cosas que nos enseñaron
nuestras madres y abuelas, cuestiones de educación".
¿Se atiene a la realidad el paradigma de que la alarma mata más que
la enfermedad?
Sí, la alarma produce inestabilidad personal, social… Hay un problema gordo
con las mascarillas, la gente se ha pensado que eso es la panacea. Sirven para los
sanitarios, para que no se infecten y ellos no infecten. A los italianos les ha
pasado, no han tomado precauciones. El italiano en Tenerife es un médico. Son
los primeros que han caído. Para eso hay que reservar las mascarillas, para
los sanitarios, conductores de ambulancias, policía, controles del aeropuerto…
El resto de la gente, ¿dónde vas con mascarilla en Zaragoza o Huesca?
Sirve si hay una inminente oportunidad de contagio, si vas a la zona restringida
de Italia o a China, pero en España hoy por hoy no es necesaria.
¿Se ha disparado la alerta en las últimas horas…
Italia es la clave. Hasta ahora, los españoles y los europeos veíamos
esto como algo lejano. China. Pero aparece en Italia y la cosa cambia. El "peligro"
se acerca. Y lo que le ha pasado es exceso de confianza. Cuando los primeros que
se infectan son los sanitarios, apaga y vámonos. Eso no debía ocurrir.
Tienen que tomar precauciones. Para cualquiera, el mejor método de prevención
es lavarse las manos. Si te agarras a la barra del autobús, porque si no te
caes, ahí ha puesto sus manos todo el mundo. Y también que no te tosan
o estornudar delante de otros. Esas cosas que nos enseñaron nuestras madres
y abuelas. Eso es lo que hay que recuperar. Cuestiones de educación.
¿Considera que hay motivo para los miedos?
Hoy por hoy, no. El elemento clave es si está produciéndose una cadena
de contagios incontrolada y sostenida. En Corea hay 700 infectados, y en Irán
muertos. Hasta el viceministro de Sanidad se ha infectado. Eso aquí desataría
una crisis de cierta envergadura. Los italianos han tenido suerte de que no ha aparecido
en Milán, sino en 11 pueblos, que han cerrado durante doce días. Se han
puesto duros. Como salgan, multa de 200 euros y tres meses de cárcel.
¿Los datos sobre letalidad y transmisibilidad han añadido o restado
presión a la información sobre el coronavirus?
Hombre, Italia ya está casi en el 4 %, cuando se decía que era del 0,7
fuera de China. Ahora bien, puede ser algo puntual porque también al ser pueblos
hay más gente mayor. Tiene más valor lo de China, porque es sobre una
población mucho mayor.
¿Es esperanzador que haya más altas de la enfermedad que bajas que
incurren en ella?
Eso es lógico. O te mueres o sales. O sales con los pies por delante o andando.
¿Ha habido un problema de transparencia?
Los chinos nunca han cultivado demasiado la transparencia, y de hecho ahora estaban
haciendo un ejercicio para demostrar al mundo que lo son. Por mucho que haya observadores
de la OMS, si te lo quieren ocultar, ¿cómo te enteras? Allí las comunicaciones
e internet están controlados. Nadie dice nada. A Li Weinlan, que se atrevió
a decir que veía una enfermedad que no se comportaba como el SARS antiguo,
le hicieron retractarse, fue a la trena y, encima, al final se ha muerto el pobre.
Ha sido un golpe para las autoridades chinas. Parece que el presidente de China
vio el impacto en la economía y en el país, dio una serie de instrucciones
casi un mes antes y los de Wuhan no le hicieron ni caso. Han destituido a todos.
Y no les arriendo la ganancia. Cuando hay alguna cosa de este tipo, en China los
fusilan.
Una de las preguntas fundamentales es el origen del coronavirus.
En los otros coronavirus ha pasado lo mismo. El SARS y el MERS. El Síndrome
Respiratorio Agudo Severo de China de 2002-2003 ya fue un salto de especies de animales
a personas. Pero en China los primarios son los murciélagos, que por lo visto
están infectados frecuentemente de coronavirus pero no expresan la enfermedad.
Han hecho una comparación de la secuencia genética del virus éste
y coincide al 80 % con coronavirus de murciélagos. Pero, claro, aquel mercado
que vimos en imágenes era lamentable: humedad, calor, unos muertos, otros vivos,
suciedad, tirados por el suelo, serpientes, perros… ¿Qué puede salir de
ahí? Aquí es muy difícil que surja. Es típico de un país
con unas condiciones higiénicas muy bajas. Es una potencia mundial tecnológica
y económica, y dentro de poco científica, porque ven que les va a ser
rentable. Pero, en el fondo, es un país subdesarrollado y muy desigual. Paradójico.
¿Qué evolución puede tener este proceso?
Va a tener la evolución de los anteriores. La Gripe A se extendió por
todo el mundo y ya forma parte de los virus habituales de las gripes estacionales.
En España, este año el 80 % de los casos son de gripe A. Otra posibilidad
es que se extinga por sí mismo. Si la contención es muy fuerte y se crean
vacunas con cierta rapidez y se le ataca fuerte, podría desaparecer o al menos
minimizarse al máximo, convertirse en algo puramente residual. Este virus ha
demostrado baja letalidad pero alta capacidad de propagación, y me recuerda
mucho al de la Gripe A, que se propagó muy rápidamente.
No se incide lo suficiente en los perfiles de riesgo de mortalidad.
Los datos que tenemos de los primeros estudios estadísticos de China, porque
en el resto del mundo la casuística es baja y no significativA, dicen que el
80 % de los infectados sufre un proceso respiratorio leve. Un catarro un poco fuerte
o una gripe un poco ligera. Del 20 % restante, el 14 puede agravarse, normalmente
en personas mayores y en aquellas que tienen, lo que me ha asombrado, problemas
cardiovasculares crónicos como principal factor. En segundo lugar, la diabetes,
que es una enfermedad mala. Tercero, los procesos respiratorios crónicos, el
EPOC, el asma… Y cuarto, la hipertensión, que me ha llamado la atención.
Eso no tiene nada que ver con la capacidad de contagio, sino que, como en las gripes,
se agravan a los que tienen una patología previa y les coge sin defensa, como
los que tienen un estatus inmunitario bajo: pacientes que han tenido operaciones
de cierta gravedad, los que tienen inmunodeficiencia. En ellos una infección
que puede ser leve se puede convertir en grave y, finalmente, en muerte. ¿Y
en qué porcentaje? Muy bajo. Se asocia a la edad. A los niños no les afectan
prácticamente. Hasta los 50 años, muy poca casuística. La de los
60 a los 70 empieza a haber, un poco más en la siguiente y donde está
el mayor número es en la de los 80. Son poca gente pero al que le sorprende
le puede provocar la muerte.
Algunas fuentes la definen como gripe y otras como neumonía.
En una gripe te sientes muy mal, con fiebre alta, estás hecho polvo, malestar,
tos seca, síntomas digestivos (diarrea), tono muscular… Pero ese es el virus
de la gripe. Puede ser que no hayas llegado al pulmón, que estés a las
puertas, en la tráquea o los bronquios. Pero cuando empieza a establecerse
una bronquitis de cierta importancia y llega al parénquima pulmonar, se convierte
en preocupante, porque bloquea amplias zonas del pulmón y por tanto la capacidad
respiratoria.
¿Es razonable el anuncio de que los antibióticos efectivos contra el
coronavirus tarden entre 9 y 16 meses?
Probablemente, sí. Están usando antivirales que se han fabricado para
la gripe y dicen que no van mal del todo. El antibiótico es barato, pero los
antivirales son muy caros y se usan sólo para los casos más graves. El
problema es que el Tamiflú se hizo para el virus gripe, pero no para el coronavirus,
que es distinto.
¿Existe algún riesgo de mutación de la cepa, como se ha temido
en anteriores crisis?
Puede ocurrir, pero de momento no lo ha hecho. Los virus empiezan a mutar cuando
ven que están atacándoles. Si no les atacas, siguen a la suya. Estos son
los virus ARN, los del Ácido Ribonucleico, que necesitan colonizar células,
invadirlas, para aprovecharse de la maquinaria del ADN de la célula, para que
le preste su maquinaria de síntesis para sus componentes. Cuando lo logran,
lo convencen, la maquinaria actúa, lo constituye y se salen de la celda. Pero
a los ARN virus no les interesa matar, porque cuanto más maten menos hospedadores
que infectar tienen. Por eso no suelen ser mortíferos. Los saltos de especie
sí les interesan, tener material abundante. No mutarán si están tranquilos.
No hay vacunas, ni tratamientos eficaces. Están tan frescos. El día en
que los haya empezarán a mutar. Al final, en la vida todo es sentido común.
Instinto de supervivencia. Necesitan infectar para multiplicarse. ¿Que pueden
saltar a una especie nueva? Estupendo. Ahí tienen otra población de millones
de personas.
Tener una perspectiva temporal de hasta cuándo dura la amenaza es complejo.
Es muy difícil. Los chinos están esperando a ver resultados, que pasa
porque empiecen a bajar los contagios. Es el cénit de la epidemia, cuando se
controla. Todavía dicen que no han alcanzado el punto de inflexión, aunque
dicen que están cerca. El problema es que los chinos lo van a arreglar para
ellos pero nos van a mandar el regalo al resto del mundo. Los coreanos tienen ya
800 casos en menos de una semana, e Italia más de 300 cuando empezó el
viernes. En cuatro días y con diez muertos. No es moco de pavo.
Y en esa expansión es donde reside la gran preocupación de hoy.
A mí me preocupa el alarmismo. ¿Cómo distingue una gripe de un coronavirus
si la sintomatología es muy parecida? Lo que dicen los protocolos es que pregunten
si han estado en China, Italia o Irán. Yo lo resumo en estas palabras: identificar
un posible caso, descartar o confirmar con los análisis, tratar al individuo
cuanto antes y aislar. Aislar es fundamental para que no se establezca la cadena
de contagio, que después es más difícil de controlar. El diagnóstico
se establece en 4 o 6 horas.
¿Existe también inquietud ante la posibilidad de colapsos en los centros
sanitarios por una cierta psicosis?
Todos estos casos que aparecen son así. Tengo fiebre y malestar, pues a urgencias.
Me preocupa sobre todo separar las urgencias. Hacer un cubículo para los que
tienen síntomas respiratorios y otro para el resto. Si viene alguien con la
pierna rota y le pones al lado de alguien con coronavirus, vaya negocio. Deberían
segregar. Se supone que lo están haciendo. ¿Qué va a haber un cierto
colapso? Si se establece como en Italia una cadena de contagio sostenida, los sanitarios
los van a pasar mal. Es que son síntomas bastante inespecíficos.
¿Esto demuestra que, aunque el sistema sanitario sea eficiente, no existe
una garantía total?
Las garantías son para ese 15 % que está ya grave y si le aplicas un tratamiento
adecuado, con respiración artificial y antiinflamatorios, se puede salvar.
El que ya está muy mal es complicado. Y, si te sorprende en Guinea, date por
muerto. Y la OMS tiene miedo que llegue de manera brutal a un país subdesarrollado
con un mal sistema sanitario.
¿Sostiene algún miedo de que se incremente la letalidad en sistemas
sanitarios de calidad como el español?
Es difícil, porque eso sí depende de la calidad. Hoy, los hospitales no
te dejan morir aunque tú quieras. A mí no se me muere. No quieren estadísticas
negativas ni los hospitales ni los médicos. Aquí se invierte lo que sea.
Y además la cadena alimentaria es casi óptima.
La cadena de seguridad alimentaria es muy segura, salvo en algún caso como
el de la listeriosis, pero es que aquel era un chapucero que no le dio importancia
aunque sabía que tenía listerias, y hubo fallos de la administración.
No estaba claro si la competencia era del ayuntamiento de Sevilla, de la Junta…
Esas situaciones intermedias que provocan menos control. Y aún queda algún
golfillo por ahí. Nos hemos hecho muy serios, a veces demasiado. La seguridad
alimentaria ha calado en la población. Los productores saben que en eso no
pueden fallar porque saben que les va la vida en ello. La "crisis de las vacas
locas" tuvo mucha importancia. Está demostrado. Fue la que empujó
el nivel de seguridad alimentaria hasta el que tenemos hoy en este momento en España
y Europa. Aquí el alimento es importante y existe seriedad, con profesionales
cualificados que hacen la inspección, mientras en otros países la realiza
cualquiera.
"LA OMS, MUY MALOS COMUNICADORES"
Cuando el representante de la OMS sale a la declaración de posible pandemia
inminente con mascarilla, ¿es la mejor forma de comunicar tranquilidad?
No, ¿tú me has visto a mí con alguna mascarilla? Asustas a
la gente, hombre. Estos de la OMS son muy flojos, muy malos comunicadores. No saben
hacerlo. Tienen unas meteduras de pata que la han desprestigiado, sobre todo en
comunicación.
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