Las tiendas de productos frescos viven tres días de ventasintensivas
HUESCA.- Las tiendas de productos frescos, sobre todo las carnicerías
y, en menor medida, las fruterías, han vivido tres días de compras intensivas,
aunque no contemplan ni cerrar ni quedarse sin existencias. A pesar de que el
abastecimiento está garantizado, los comercios se han visto sorprendidos
por la
avalancha de compras, algunas con vistas a suplirse para varios días,
y ciertos productos, como el pollo, se han agotado en algunos de ellos.
“La gente se ha puesto a comprar como si se terminara el mundo en los dos o tres
últimos días, desde el jueves, y nos ha desbordado", se sorprendía
esta mañana Miguel Ángel Plana, de la carnicerías Mairal. “No
nos lo imaginábamos nadie lo que ha pasado ahora", agregaba. El viernes,
indica, fue el día más intenso. Se les acabó el pollo y sus derivados,
el conejo y el pollo y aunque les suministraron un poco más para hoy, se les
volvió a agotar a media mañana. “Ya por la mañana al abrir,
a la 9:00, había gente esperando”, afirma el comerciante.
En la carnicería La Tabla Nueva también se les había agotado este
sábado el pollo y el cerdo. Y de ternera ya casi no quedaba nada. "El
viernes a las nueve de la noche, cuando cerramos, aún había gente dentro
y estuvimos hasta las 11 haciendo paquetes para hoy por la mañana", contaba
María Jesús detrás de un mostrador que lucía casi vacío.
"Y cuando hemos abierto a las 8:30 ya había gente esperando”.
"La gente ha estado haciendo compras muy grandes. Hemos vendido bastantes
paquetes de 100 euros sobre todo el viernes. Hoy no tanto", añadía.
"Y pedidos para domicilios tenemos un montón para el lunes y el martes”. Como
ellos tienen su propia planta de despiece, no esperan problemas para el lunes, cuando
vuelvan a abrir.
"Nosotros el lunes nos vamos a tener que arreglar con lo que tenemos", indicaban
por su parte en Marial. "No es que no haya materia prima, no se nos va a terminar
nada. En el caso nuestro, al ser un producto perecedero y elaborado, el problema
es que hemos colapsado los almacenes y las salas de despiece y el lunes no
nos va a suministrar casi nadie, pero el martes nos han dicho que ya vuelve
la normalidad”.
En las fruterías, aunque jueves y viernes también vieron considerablemente
incrementadas sus ventas, este sábado los mostradores estaban rebosantes
de frutas y verduras. "El jueves empezó la gente ya a comprar. Hoy ha habido
gente también pero ha estado más tranquilo", decía la dependienta
de Frutosca. También había gente que se llevaba grandes cantidades
en comparación con lo habitual, como cinco kilos de patatas, pero no se
habían visto desbordados como sus colegas del sector cárnico.
"Ayer ya compramos fruta pero poca cosa, hoy he venido a comprar dos cosas
que se me olvidaron ayer", explicaba Paco desde la calle mientras esperaba
junto con otro clientes para entrar. Un cartel en la puerta establecía que
solo podían estar tres personas dentro de local y pedía que se guardara
un metro de distancia entre los que esperaban en la calle para entrar. Además,
las dependientas no cogen las bolsas de tela que trae la clientela por seguridad.
"Ayer había mucha gente y todos dentro amontonados", indicaba Paco,
que, a pesar de todo, decía que no tenía intención de empezar a acaparar
alimentos. "Yo no entiendo todo esto. No es que tenga miedo, pero al final...".
Otros establecimientos que se han visto sorprendidos por la avalancha de compras
impulsivas han sido los estancos, que han registrado un aumento exponencial
de las ventas de tabaco. "Desde hace una semana, la gente en vez de un paquete,
compra un cartón", comentaba Carlos, de la expendeduría número
7, en la plaza Alfonso el Batallador.
"Acabo de vender a un señor diez cartones. Me ha dicho que había
ido al Mercadona y no había podido entrar en ninguno de la cantidad de
coches que había en la puerta. Luego ha ido al Aldi y no ha encontrado muchas
cosas. Si pensaba comprar tres cartones ha dicho 'pues ahora compro diez'",
comentaba. No obstante, aseguraba que no habría en ningún caso problemas
de abastecimiento. "Nos han dicho en el almacén que no había ningún
problema, que había de todo".
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