Un informe del sindicato enumera los principales problemas del sector
HUESCA.- Casi 1.400 altoaragonesas están afiliadas al régimen general
de empleadas del hogar, un sector que está "desprotegido" tanto
"socialmente" como ante la actual pandemia de coronavirus, manifestó
el sindicato UGT a raíz de un informe que ha hecho sobre la profesión
con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar.
UGT afirmó que las trabajadoras de este sector "carecen de derechos"
ya que "la primera y fundamental anomalía" es que trabajan en las
casas de sus empleadores y que "el salario y la jornada de trabajo están
relacionados con las posibilidades económicas de quienes las emplean, y con
el cumplimiento de las obligaciones de la parte empleadora".
Y la crisis económica, apunta el sindicato, ha supuesto una merma importante
en las horas trabajadas y en los ingresos de las trabajadoras de este sector.
Pero además, las empleadas del hogar no tienen ni cotización ni protección
por desempleo. Tampoco están incluidas en la ley que regula la prevención
de riesgos laborales y, además, "una parte importante de ellas está
a tiempo parcial y el desestimiento es la forma principal de extinción del
contrato".
Por otra lado, la economía sumergida está presente en el sector,
de la misma manera que el empleo a tiempo parcial no deseado o una cotización
inferior a las horas realmente trabajadas.
QUEJAS DE LAS TRABAJADORAS
UGT enumeró las principales quejas que trasladan al sindicato las trabajadoras
de este sector. Además de las ya mencionadas sobre el salario, la contratación,
la temporalidad y las condiciones y derechos laborales, las empleadas denuncian
el abuso de los pagos en especie, la presión recibida para que se hagan
cargo de parte o de toda su cotización a la Seguridad Social -que corresponde
al empleador, apuntó la organización sindical-, las lesiones laborales
ligadas a esfuerzos físicos, "los tocamientos e insinuaciones sexuales,
tratos vejatorios y degradantes, o amenazas sobre cómo les puede afectar la
pérdida del trabajo a la renovación de sus autorizaciones de residencia".
Todo ello hace que sea muy difícil su reciclaje profesional. El cambio
de actividad, si se produce, suele ser a otro sector con circunstancias laborales
muy precarias y sin haber promocionado a puestos de mayor responsabilidad, estabilidad
o remuneración, detalló el sindicato.
LAS INTERNAS, "EXPLOTACIÓN LABORAL EN EL SIGLO XXI"
En el sector, apuntó UGT, está "igualmente extendido" la trabajadora
interna, cuyas tareas corresponden a los cuidados, generalmente de mayores dependientes,
y tareas del hogar.
"Soportan jornadas extenuantes sin vacaciones y sin apenas horarios de
descanso semanal. Unido a ello, muchas de estas trabajadoras carecen de la privacidad
e intimidad necesarias en los domicilios donde trabajan, el salario que reciben
rara vez alcanza el mínimo y, en algunos casos, son amenazadas con denunciar
su situación de irregularidad administrativa si solicitan sus derechos",
relató UGT, que calificó la situación como "una de las caras
de la esclavitud del siglo XXI".
CORONAVIRUS
La epidemia ha generado despidos sin previo aviso, por miedo a contagiarse
o por la negativa de la trabajadora a desplazarse junto con los empleadores a otras
localidades en pleno periodo de alarma. También se ha despedido por la imposibilidad
de ir a trabajar sin el correspondiente certificado de empresa, ya que ha habido
empleadores que se han negado a hacerlo al ser una relación laboral no regularizada,
denunció la organización sindicall
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