Este altoaragonés de cincuenta años de edad y que lleva desde el día 12 de este mes sin salir de su casa está en la fase final de su aislamiento
Un varón de 50 años residente en el Alto Aragón ya contaba las horas
para terminar con su aislamiento. Lleva recluido "desde la noche del 12 al 13
de marzo" y reconoce que lo más duro ha sido "no poder compartir
mi tiempo con mis hijos, mi pareja y toda mi familia". Y pese a que este
viernes se cumplía el plazo de cuarentena prescrito, el jueves le dijeron en
el el teléfono de coronavirus de Aragón que aunque teóricamente
el 27 acababa su periodo de aislamiento y al no haberle hecho el test, era "recomendable"
quedarse otros cinco días más aislado para consolidar el negativo".
Por su trabajo, viaja de forma habitual y se relaciona con mucha gente, y aunque
el virus ya se había comenzado a extender, lo veía muy lejano, casi inimaginable.
Después fue consciente de que "en dos zonas en las que yo había
estado los días 22 y 23 de febrero se habían dado casos", y además
no tardó en saber que "algunos de los asistentes a esas reuniones se habían
contagiado". Poco podía imaginar que se encontraba en periodo de incubación
hasta que el día 12, tras regresar de otro viaje, empezó "con los
primeros síntomas", remarca.
"Lo más significativo era que tenía fiebre, algo muy raro porque
nunca me suele subir", y matiza que "desde hace tres décadas al
menos no había estado así, llegué a marcar 38,7", y las molestias
fueron a más. "A esta fiebre después se le fue añadiendo una
tos seca, dolor de cabeza y un poco de dolor en el pecho," que, recalca,
"ya no sé si era producido por los efectos de la propia tos o un síntoma
más".
"Como medida preventiva ya decidí mantenerme aislado", y reconoce
cierto punto de autoengaño e incredulidad: "Mentalmente tratas de descartarlo.
Pese a que los indicios están, empiezas a vivir con el deseo de que sea una
mala gripe", pero, al mismo tiempo, "vas oyendo las noticias y se anuncia
que se declara el estado de alarma" y al final "te rindes a la evidencia
y aceptas que estás contagiado".
"En mi caso lo que sí que hice -apostilla- fue hacer imperar el pensamiento
positivo y desear ante todo no haber sido transmisor a terceros". Y desde
ese momento, "lo asumí mientras en mi cabeza se repetían pensamientos
recurrentes. Me acordaba de los míos, mucho".
Los tres primeros días los pasó "con fiebre muy intensa sin
ganas de nada y tomando un Paracetamol de 1 gramo cada 6 horas, el tiempo pasa despacio,
pero en mi caso tras 10 días hubo una cambio físico muy grande y me
quedó una ligera febrícula".
Recluido en su casa ha ido pasando los días. "Me dejaban en la puerta
la comida y los medicamentos, leía, descansaba, disfrutaba del maravilloso
paisaje que por suerte tengo ante mi ventana". Y al mismo tiempo extremó
las medidas de cuidado e higiene: "He lavado la ropa con bastante frecuencia
a 60 grados, he ventilado mucho la casa,...".
En ningún momento dejó de estar conectado con el exterior, "gracias
a las vídeo llamadas todos los días he podido ver a mis hijos",
recibió llamadas, mensajes de wasap y el día 20 le llegó un correo
- desde esas jornadas de trabajo - en el que textualmente decía: "hemos
tenido un caso de coronavirus confirmado. Deberíais estar atentos en los 14
días posteriores y confinarnos" .
A raíz de este mensaje, continúa, "me puse en contacto de nuevo
con el teléfono de Coronavirus y tomaron nota de mi identidad, teléfono
y demás datos y me comunicaron que debía permanecer en situación
de confinamiento total, hasta el viernes 27. Haciendo constar la fecha de aislamiento".
CONFINAMIENTO EN CASA
Consciente de su malestar, nos dice, "el viernes día 13 llamé al
061, donde recibí una rápida respuesta y me facilitaron el teléfono
que atendía todo lo relacionado con estos casos", y en las siguientes horas
marcó repetidas veces ese número hasta que "en la tarde del sábado
14 por fin pude contactar con ellos". Y nos sigue relatando su vivencia:
"Cuando por fin oí una voz, informé de la situación y me dijeron
que en principio eran síntomas leves, que no me hacían pruebas. Comuniqué
incluso que había tenido contacto cercano con positivos y me dijeron, -en ese
momento-, que en teoría estaba fuera de riesgo por periodo de incubación,
pero que por responsabilidad estuviera en casa. Consideraron que no había
necesidad de tomarme mis datos, valoraron que era un riesgo muy bajo de contagio",
argumentando que "así era el protocolo" activo".
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