Las papelerías de la capital altoaragonesa están con sus puertas abiertas para ofrecer material escolar y de oficina
El Real Decreto 463/2020 del 14 de marzo de 2020, por el que se
declara el estado de alarma, indica, en el artículo 10, sobre las medidas
de contención en el ámbito de la actividad comercial, que las papelerías
pueden permanecer abiertas. El motivo es que se considera esencial que se
pueda suministrar material de papelería a los estudiantes y a los trabajadores
que están confinados en sus hogares y también a las empresas que continúan
a pleno rendimiento, como pueden ser las gestorías o las aseguradoras.
El gobierno, con la normativa aprobada, no obliga a nadie a tener sus establecimientos
en funcionamiento sino que recomienda los que deben abrir por considerarse necesarios.
Este es el caso de las papelerías, y varias en la capital altoaragonesa abren
estos días, aunque extremando las precauciones. "Estamos aquí, no
por capricho, sino porque así lo decidió el Consejo de Ministros y hacemos
lo que podemos para evitar el contagio", aseveran.
En Huesca, muchas de las papelerías son también librería y aseguran
que esta situación es de "ruina total" y ya dan por perdida la fiesta
del libro del 23 de abril. Sus miras de recuperación se ponen en la Feria
del Libro, a principios de junio. "Pero ya veremos cómo va discurriendo",
dicen. Ese es el sentir general de los responsables de papelerías y librerías
que miran a Italia y ven cómo allí siguen confinados.
Así lo valora Chema Aniés, propietario de la Librería Anónima,
cerrada al público durante todo el estado de alarma. "Estoy solo para
recoger pedidos porque esto no es un bien de primera necesidad. Ya haremos cuentas
cuando esto termine porque ahora solo hay pagos y ningún ingreso", afirma.
Todo el trabajo editorial se ha parado y se han suspendido todas las presentaciones.
Y es que libros no se venden estos días a pie de calle, pero cartulinas y folios,
muchos. "Es lo que más estamos vendiendo: cartulinas para los niños
que tienen que hacer trabajos para el colegio y folios", desvela Manuel
Carrión desde la papelería Estilo. "Prácticamente no viene gente,
por eso hemos reducido el horario y solo abrimos por la mañana",
asegura Carrión. Es que esta situación, dice, "es de desastre, en
general, para casi todos los sectores".
Desde la librería Másdelibros, su responsable, Ludi Escartín, explica
que ellos también han abierto la tienda por si se necesita algún artículo
de papelería, pero asegura que "se nota muchísimo el estado de
alarma, la gente lo toma en serio y no se ve movimiento". "Eso es bueno",
dice esperanzada, porque "si lo hacemos bien, esta situación va a durar
menos tiempo".
Y aunque desde su página web indican cuáles son las medidas tomadas para
abrir sin riesgos, como mantener la distancia de seguridad o no entrar más
de tres personas en la tienda, afirma que no son necesarias: "Primero porque
la gente se las sabe y las respeta y, segundo, porque ni se ha dado el caso de que
haya más de dos personas en la tienda. Aquí no se forman colas como en
la frutería o en la farmacia". "Tenemos un 75 por ciento menos de actividad
que cualquier día normal. Eso es que los oscenses están en casa".
La misma sensación tiene Fernando Arguis, gerente de la Librería Santos
Ochoa, quien pide además a los ciudadanos que se queden en casa. "Ya
llevamos nosotros el material que necesitéis", indica. Así trabajan
estos días: recogen pedidos por teléfono y los llevan a las casas.
"Repartimos en Huesca capital con un patinete y una bici y, por supuesto, siguiendo
todas las medidas de higiene". En este sentido, explica Fernando que aun con
este servicio, hay personas que prefieren comprar de manera presencial. Para
ellos también extreman las precauciones con geles hidroalcohólicos, medida
de la que dispone también en el resto de papelerías. "Y vamos a colocar
unas pantallas, de cristal laminado porque el metacrilato se ha terminado, para
evitar contagios".
Ante esta escasez de entradas registradas, las papelerías han reducido el
horario de apertura y el número de dependientes, y sugieren a sus clientes
el pago con tarjeta y que no estén mucho tiempo mirando en la tienda, ya que
"cuanta menos exposición, menos contagio". Y ante cualquier duda, que
les consulten por teléfono.
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