Raúl González, el confinamiento por la covid-19 encontró a este oscense de prácticas en Chile
HUESCA. - Raúl González, oscense de 21 años, es estudiante de
Enfermería y Fisioterapia de 4º curso en la Universidad de Lleida.
A principios de febrero pasado, se trasladó a Temuco, capital de la provincia
de Cautín y de la región de La Araucanía, al sur de Chile, dentro
de un programa de movilidad de su universidad para la realización de las
prácticas de su carrera durante siete meses.
A mediados de marzo, el hospital donde estaba realizando las prácticas
canceló el programa. "Habían detectado algunos casos de coronavirus"
en ese centro sanitario, explica González, a quien la decisión le pilló
en medio de un viaje de última hora que había organizado con otros tres
españoles y una mexicana a la Isla de Pascua. La celeridad con la que
a todos los niveles se empezaron a tomar medidas de contención del virus a
nivel mundial provocó que ese mismo día -16 de marzo- Raúl y sus
otros compañeros de viaje se encontraran el aeropuerto de la Isla de Pascua
cerrado, por orden de la Gobernación de la región (similar a la autoridad
autonómica en España).
Ahí comenzó su periplo para poder dejar el país, aunque antes debía
salir de la Isla de Pascua. "La compañía Latam es la única que
opera vuelos entre la isla y el continente y no quería operar si no tenía
pasajeros. La región, que durante toda la estancia en la isla nos trató
excelente, llegó a un acuerdo con la compañía para operar dos vuelos
con material sanitario y alimentos y que al regreso devolviera a todos los turistas
al continente".
Durante los días que permanecieron confinados en la Isla de Pascua y
posteriormente para la tramitación de su viaje de regreso a España, Raúl
González y el resto de españoles que estaban con él se pusieron en
contacto con el Consulado Español en Santiago de Chile. El oscense cuenta
que, mientras estuvieron en la Isla de Pascual les remitieron "al twitter de
la Gobernación porque que ellos no sabían nada. La información después
tampoco fue concisa. Nos decían "marchaos cuanto antes, aquí no
sabemos nada", explica.
Ante la incertidumbre de si iban a poder salir del país, y aunque la opción
de la repatriación existía, según la información recibida por
su familia en España, González y el resto de españoles aceleraron
el trámite de conseguir un vuelo de vuelta a España. "Compramos
uno para el jueves 26, que fue cancelado y finalmente salió el martes 24
con destino a Barcelona, vía Sao Paulo", justo dos día antes
de que el confinamiento en Chile fuese total. "Ahora mismo ahí nadie
puede salir, las ciudades están cerradas, incluso para el supermercado solo
se puede ir en caso de que se pueda llamar por teléfono a la policía
y te de un justificante", explica.
Desde el día 26, Raúl busca la forma de ayudar, como enfermero fisioterapeuta
"o limpiando, cocinando o ayudando en lo que sea", contactando con Cruz
Roja, residencias de mayores y al servicio del Ayuntamiento, aunque por el momento
sigue esperando respuesta.
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