El aislamiento incide más en los que viven en casas inadecuadas o no tienen hogar
HUESCA.- El Colegio de Arquitectos y Aparejadores ha emitido una serie de
recomendaciones con la intención de ayudar a mantener la habitabilidad de
los hogares y la calidad de vida de las personas. Aunque "son recomendaciones
que existen durante todo el año", en este momento con circunstancias
tan excepcionales "en las que se aglomera más la gente en casa
nos ha parecido oportuno recordarlas para que la vida dentro de la vivienda anímica
y físicamente sea mejor", ha explicado el presidente del Colegio Aparejadores
y Arquitectos Técnicos de Huesca (Coaath), Ángel Cabellud.
Entre las recomendaciones se incluye el vigilar que la temperatura y la humedad
sean las adecuadas así como evitar condensaciones en las ventanas u otros elementos;
airear todos los días o evitar los malos olores de los desagües, que
se puede resolver abriendo el agua de los grifos durante 30 segundos. También
estar pendiente de que las rejillas de ventilación no estén obstruidas,
un aspecto, recuerda Cabellud, "muy importante, ya que a veces están obstruidas
por un mueble delante".
Así como "esencial" es también vigilar la combustión de
estufas y calentadores que pueden ser inflamables o de aquellas que se alimente
de "la combustión de carbones o maderas" que puede provocar intoxicación.
Algo no tan frecuente en caso de tener calderas de gas, "que suelen estar muy
revisadas, aunque también puede suceder". Siendo conscientes de la gran
diversidad de viviendas, y realidades existentes, el presidente del Coaath comprende
que por ser "consideraciones generales, probablemente no se podrán cumplir
en todo su contenido".
Viviendas con menos luz, menos espacio, sin calefacción o con ventilación
más reducida. Viviendas inadecuadas, tal como señala Jaime Esparrach,
secretario general de Cáritas Huesca, "en las que las condiciones de habitabilidad
no son dignas".
Las realidades que deja el confinamiento en las personas en situación de vulnerabilidad
social y económica son muchas. "Gente que vive en construcciones que no
reúnen condiciones, que no están pensados para la vivienda y se han adaptado,
conocemos varios casos de estos, sabemos de un grupo de gente que vive en alguna
casa abandonada". La situación actual, insiste, "es aún más
dramática porque las condiciones de habitabilidad de estos lugares nunca
han sido buenas y ahora tiene que estar 24 horas".
Algunas de estas personas, que según Jaime Esparrach suelen ser personas
que están solas más que familias, se están alojando en el Pabellón
del Río Isuela habilitado de cuya gestión se encargan organizaciones sociales,
entre ellas Cáritas o Cruz Roja. Otras son socias del comedor social y pasan
el día ahí y a la noche regresan a esas casa inadecuadas. En el caso de
familias, el hacinamiento en espacios reducidos, con poca luz, comienza a provocar
episodios de "estrés y agobio pero todavía no se han dado situaciones
de insalubridad", aunque desde Cáritas no descartan "que pueda suceder".
La petición de permanecer recluído en casa lleva a pensar en los que
no tienen casa, que van de un recursos social a otro o viven en un cajero. Para
ellas el Pabellón del Isuela es una suerte de casa en un intento de "dar
dignidad para esta situación tan indigna", concluye Esparrach.
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