El Ayuntamiento vuelve a impulsar estos agrupamientos de trabajo comunal voluntario en los tres pueblos del municipio
HUESCA.- El Ayuntamiento de Angüés trabaja en recuperar las "concejadas"
mediante el diseño de una serie de iniciativas en los tres pueblos del núcleo,
Angüés, Velillas y Bespén, para devolver al municipio estos agrupamientos
de trabajo comunal voluntario, llamados también "vecinales". El
objetivo es fomentar la unidad de los vecinos para la etapa posterior al confinamiento
por la crisis
sanitaria de la covid-19.
Estos grupos tenían como objetivo arreglar espacios públicos o construir
infraestructuras municipales, pero servían también para crear una comunidad
más ligada y activa, explican el Ayuntamiento en un comunicado de prensa.
Recuerda que un ejemplo de estas iniciativas fueron los "colosales trabajos"
de los años 50 del siglo pasado que sirvieron para traer el agua del embalse
del Calcón a Bespén y Angüés. "Se cavaron los 18 kilómetros
de conducción a pico y pala con trabajo voluntario, explica. Al final, indica,
"no sólo se consiguió llevar el agua potable a cada casa sino que
se creó una hermandad que se ha ido perdiendo".
Meses antes del confinamiento actual, en Bespén se realizó la primera
de estas recuperadas "concejadas" para pintar la ermita del pueblo,
en la que participaron muchos vecinos.
Y solo un par de semanas antes del confinamiento por el coronavirus, los núcleos
de Velillas y Angüés desarrollaron su primera "concejada" vecinal,
centrada ese día en ajardinar espacios verdes.
En Velillas se reunieron 15 personas para ajardinar un espacio contiguo a la
iglesia y en Angüés, unas 25 personas plantaron árboles y aromáticas
en el Basal, una antigua escombrera que se está recuperando para crear un futuro
parque con excelentes vistas a toda la sierra de Guara. Los trabajos se complementaron
con sendos almuerzos campestres ofrecidos por el Concejo en un ambiente "muy
activo y alegre".
UNIDAD CONTRA LA COVID-19
Ese espíritu de colaboración se ha manifestado durante la experiencia
actual con la covid-19, cuando los vecinos apoyaron las tareas de fumigación
del Ayuntamiento desinfectando barandillas, bancos o cosiendo mascarillas para
sus ciudadanos y la residencia de ancianos ubicada en Angüés.
A partir de estas experiencias positivas, y a petición de participantes y otros
pobladores, se están diseñando las siguientes quedadas para arrancar
el posconfinamiento con buen impulso.
El objetivo, añaden, "es crear grupo, más unión entre personas,
ampliar la hermandad que hay en los pueblos y de paso seguir embelleciéndolos
creando jardines municipales y arreglando espacios comunes ancestrales".
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