UPA pide evitar la especulación en el mercado alimentario
HUESCA.- La caída de precios del cordero se sitúa en un 37 por
ciento debido al cierre del sector hostelero y al descenso de las exportaciones,
lo que genera preocupación e incertidumbre en el sector ganadero, en el marco
de la situación de crisis sanitaria por la covid-19.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Aragón (UPA
Aragón) alertan de la situación que padece el sector. Antes del estado
de alarma, el cordero de 25 kilogramos "llegó casi a los 80 euros sin
IVA" mientras que ahora hay una variación de precios muy dispar, llegando
a venderse el mismo producto "a menos de cincuenta euros".
De seguir la caída de precios y el descenso de las exportaciones dos o tres
semanas, UPA plantea al Ministerio mecanismos de intervención como una "retirada
de carne", y de este modo "agilizar el mercado", o medidas de apoyo
a la congelación del producto. "Sería importante que estas medidas
se empezaran a gestionar para que se puedan utilizar una vez llegado el caso",
apunta.
Además UPA está "vigilando los precios" para que, en el caso
de que se detecte especulación, denunciar esta situación ante la Agencia
de Información y Control Alimentarios (Aica) para que actúe "con contundencia",
y recalca que "el estado de alarma no invalida que los productores percibamos
un precio justo".
En declaraciones a este periódico, Diego Sampietro, ganadero de ovino y vicepresidente
de la Asociación de Ganaderos del valle de Broto, explica que la actividad
no se ha detenido en ningún momento. "A los animales hay que darles
de comer y hay un gasto", recuerda.
Desde el Grupo Pastores Oviaragón, afirma Sampietro, "le aseguran la recogida
del cordero". El problema estriba en que "si el animal sobrepasa el precio
establecido no se puede vender porque el mercado no lo asuma", matiza.
Como sector esencial en la crisis de la covid-19, reconoce que no ha habido ningún
problema para desarrollar su actividad habitual en el manejo de animales. "El
día a día funciona y el abastecimiento es bueno pero el problema es
que la comercialización se ha parado en estos momentos".
ESTABILIDAD EN EL VACUNO
Para Ángel Aznar, presidente de la Asociación de Ternera Valle de Broto,
los primeros compases en la crisis sanitaria llevaron consigo un acopio bastante
importante del producto en la primera semana para los domicilios, "con unas
ventas que casi doblaron" las habituales.
El cierre de la hostelería ha llevado consigo un descenso de las ventas
de lomos y solomillos, aunque "el consumo diario de la carne de ternera
es regular y se mantiene", explica Aznar.
En su opinión, "el consumidor está apostando por la marca de una
denominación de origen o amparada en una certificación de calidad".
En contraste con el cordero, "el vacuno es más estable al registrarse
partos durante todo el año y por unos precios más regulares",
afirma.
Reconoce Aznar que los terneros de cebo "dependen más de la exportación",
de modo que "cada tres animales en intensivo, uno es nacional pero los otros
dos son importados". Con el cierre de la actividad de las exportaciones,
"las granjas están acumulando animales de vacuno".
Para el responsable de Ternera Valle de Broto, "hay que seguir con el turismo
y sobre todo no hay que abandonar nunca la ganadería".
Y respecto al futuro, Ángel Aznar espera que se "pueda recuperar la
actividad habitual" en el sector ganadero. Y apostilla que "el que hace
alimentos nunca será rico pero nunca le faltará de comer".
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