Tristeza y resignación enla celebración de la jornada de Viernes Santo
HUESCA.- Los cerca de tres mil oscenses de las catorce cofradías que
participan en los actos de la Semana Santa de Huesca vieron el pasado día 16
de marzo como la
Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, "con pesar", confirmaba
la suspensión de todo el programa elaborado para la celebración
de esta fiesta religiosa. Esta decisión, que se ajusta al estado de alarma
decretado en España por el Gobierno central, está justificada ya que
aunque es "una medida dolorosa", "al mismo tiempo es coherente con la
necesidad obligada de anteponer y salvaguardar por encima de todo la salud de los
cofrades y la población en general". Los priores de estas agrupaciones
hablaban de "tristeza", "dolor", "frustración"…, después
de un año de ensayos de las bandas y de preparativos diversos. Eso sí,
todos entienden que en las últimas semanas y hasta no se sabe cuándo,
la prioridad es otra: evitar que sigan muriendo personas por COVID-19.
En esta atípica jornada de Viernes Santo tan solo se han celebrado los
oficios religiosos pero sin la asistencia de fieles como suele ser habitual
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