ELENA PUÉRTOLAS 02/05/2020
HUESCA.- "¿Cómo vamos a abrir una casa de turismo rural en
un pueblo con poca población y envejecida? No debemos ser nosotros los que
generemos dificultad o miedo en los pequeños pueblos de la España vacía".
Esta es una reflexión que se hacen algunos propietarios de casas de turismo
rural. Falta un protocolo de actuación para abrir con seguridad tanto
para el cliente como para el propietario y el resto de la población. A pesar
de que ya se está trabajando en ello, el planteamiento de la mayoría de
los miembros de la junta directiva de Asetur, la Asociación Española de
Turismo Rural, que agrupa a 4.000 establecimientos de toda España, es
solicitar al Gobierno central "un cierre más prolongado mientras reciben
apoyo institucional".
"Aunque nuestra misión y deseo es estar abiertos, nos encontramos con un
dilema. Somos establecimientos ubicados en pueblos pequeños y queremos ser
fieles a defender sus intereses, el paisaje, el paisanaje, las costumbres... No
quisiéramos ser o aparecer como los culpables de llevar a los pequeños
pueblos que están en paz cosas que no serán de su agrado", apunta
Ventura García, presidente de Asetur, cuando se les ha señalado como la
primera opción de entre los diferentes alojamientos para la vuelta a la normalidad.
"Todos hablan de que ante la falta de extranjeros el turismo rural sería
el más beneficiado pero no queremos que pase en un pueblo lo que ha pasado
en las residencias", asegura. Al frente de esta asociación estuvo durante
años Jesús Marco, también en Faratur, la asociación aragonesa,
y ahora la presidencia está en Galicia.
Por ello, "hay que priorizar: la salud, la seguridad y, en tercer lugar,
la economía; a pesar, de que es muy importante para nosotros porque hay
personas y establecimientos que están casi abocados al cierre en esta situación",
explica García. "Nos gustaría ver qué apoyos deberían tener
los establecimientos durante el cierre y que este fuera lo suficientemente prolongado
hasta que esa nueva normalidad, que no sabemos cuál será, se ponga en
marcha. Que nuestros visitantes no sean ninguna dificultad para nuestros paisanos
sino un apoyo", destaca.
Ahora, trabajan conjuntamente con el Gobierno central para establecer los protocolos
para garantizar la seguridad. "Esos protocolos, por muy simples que sean,
en un establecimiento de 3 o 4 habitaciones son inasumibles", asegura. Por ello,
"es mejor una parada más prolongada con un apoyo institucional, que
puede ser de muchas formas: desde reducción de impuestos, no pagar autónomos
o ayudas de otro tipo. Por ejemplo, una campaña de promoción posterior
relevante para darnos visibilidad".
Como explica también Francisco Parra, presidente de la asociación de Turismo
Verde de la provincia de Huesca, están trabajando con el Instituto de Calidad
Turística Española para establecer un protocolo que validará Sanidad.
"Hay ganas de abrir, pero mucha inquietud, especialmente en los pueblos
con escasa población y muy envejecida", asegura Parra. "Aunque por
la economía es necesaria la apertura, si genera inquietud entre los clientes
y, sobre todo, entre los vecinos del pueblo, muchos prefieren no abrir".
Por ello, Parra, que preside también la Asociación de Profesionales del
Turismo Rural, Autural, coincide con Ventura García al apuntar que "sería
bueno retrasar la apertura".
Parra destaca, no obstante, la importancia de redactar los protocolos. Por
ejemplo, hay propietarios que se plantean adquirir una máquina de ozono, igual
que se baraja en otros sectores, pero nadie dice si es realmente efectivo para esto.
"Hay muchas dudas", concluye.
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