ELENA PUÉRTOLAS 16/05/2020
HUESCA.- Compró una moto vieja por 30 euros, la vendió por piezas
por internet y en una semana había ganado 700 euros. Cristian Dueso tenía
entonces 15 años y, a los 19, con lo que había ahorrado con ese sistema,
se sacó el carné de conducir y aún le sobró. "Mi madre
me dijo que en casa ya no entraban más motos, pero no me especificó nada
más así que...", relataba. Con el dinero que le había quedado
creó
una tienda virtual de venta de ropa y otros materiales de seguridad laboral:
epis-services.com. Sí, epis, ese acrónimo que desgraciadamente, tan popular
e imprescindible se ha hecho en esta pandemia del coronavirus. Un visionario
que tiene ahora 23 años y que, a este ritmo, ensombrecerá el mito
del garaje de Steve Jobs. Su negocio ha crecido un 100 % cada año, desde
que abriera el 1 de agosto de 2016. Y sigue en expansión.
Con todo, "si no hubiera pasado esto, me hubiera ido mejor, porque hemos
vendido muchas mascarillas, pero nada de otros epis o vestuario laboral",
resalta. Precisamente, esta última es una de sus líneas de crecimiento,
ya que personalizan los equipos, para lo que van a invertir en una máquina
de serigrafiar. De este modo, darán el servicio completo con los diferentes
sistemas de marcaje por estampación, bordado...
Para este proyecto de ampliación, ha
solicitado ayuda a los fondos Leader. Con la inversión de 10.000 euros
que conlleva, podría recibir un 30 %. "Están muy bien, pero también
soy crítico. Te ayudan a la puesta en marcha, pero si no tienes recursos
al margen, es muy complicado. Tendrían que enfocarlas más para el
que lo necesita para empezar. A mí si me la dan ahora me va muy bien, pero
cuando empiezas el apoyo aún tendría que ser mayor", indica.
En casi cuatro años que lleva prestando servicio con esta empresa han cambiado
mucho más cosas. Si vendiendo piezas de moto restauradas cuando iba al instituto
aprendió mucho de cómo aumentar ventas en la red, ahora ya conoce todavía
más. "Cuando tienes poca edad, tienes muchas ganas y una idea lejana de
lo que quieres hacer. Ahora, tengo un modelo de negocio y unos objetivos que
vamos cumpliendo año a año", indica.
Eso sí, nada llega sin esfuerzo, advierte. Aunque su historia suene bonita,
"no es suerte, sino el trabajo diario de 15 horas de lunes a domingo", indica
como impulsor de esta idea que emplea a otras dos personas y a una tercera que
se incorporó justo dos semanas antes del inicio del confinamiento. Y siguen
trabajando todos.
"No hemos parado y encima hemos buscado directamente un importador de
mascarillas y una empresa que nos ha fabricado mascarillas de algodón 100 %
para nosotros", comenta Dueso. Además, con el cierre de otras empresas
de ropa de trabajo, aunque parezca difícil, han hecho más clientes
en este tiempo.
Su fuerte es el mercado aragonés, aunque también tiene clientes de
otras partes de España e incluso en Portugal. Eso sí, su idea es continuar
su crecimiento en Sariñena, aunque admite que lo tendría más fácil
en Huesca o Zaragoza donde hay naves vacías y podría conseguir alquileres
más baratos. De todos modos, su apuesta desde el inicio es clara: vivir
en el medio rural, y en Sariñena.
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