El alcalde, Alberto Labrador, apuesta por invertir para revitalizar el pueblo y atraer a nuevos vecinos
ELENA PUÉRTOLAS 18/07/2020
Valfarta va a invertir en la construcción de dos pisos para que se puedan
quedar a vivir nuevos vecinos, al tiempo que va a iniciar la construcción
de un nuevo colegio, ya que el viejo está cerrado desde hace casi 30
años. La inversión de la Cooperativa Ganadera de Caspe, que ha empezado
a levantar una granja de porcino de 3.000 madres y que creará entre 12 y
14 puestos de trabajo, ha dado un soplo de aire fresco a un pueblo del que los
jóvenes tienen que marchar por falta de trabajo, explica el alcalde Alberto
Labrador. Con todo, ya tienen cinco niños de entre uno y siete años
y esperan aumentar la cifra con la llegada de nuevas familias. De ahí que apuesten
por volver a levantar un colegio.
¿Y dónde invertir mejor el dinero que entra por las licencias de la construcción
de la granja? Esta es la pregunta que se hace el alcalde y para la que tiene una
respuesta muy clara: "ni en monolitos ni en arreglar una calle, en revitalizar
el pueblo". O, al menos, "simplemente que no desaparezca, porque en veinte
años aquí no quedaría nadie", indica. "Es poner ese
dinero a disposición del pueblo para que pueda continuar con algo de utilidad",
recalca.
En esta localidad del suroeste de Los Monegros, hay 67 vecinos empadronados,
una cifra que ha ido bajando durante este siglo, que comenzó con 96, según
los datos del Instituto Nacional de Estadística. Como sucede en tantos pueblos,
nada tienen que ver estos datos con los de mediados del siglo XX y en el día
a día estarán 40. Con una extensión de 3.320 hectáreas, tiene
una densidad de población desértica, de poco más de dos habitantes
por kilómetro cuadrado.
Además de los recursos por la instalación de la Cooperativa y otros propios,
Valfarta puede hacer esta inversión por los planes puestos en marcha por
la Diputación Provincial de Huesca. En este sentido, el alcalde resalta
el apoyo, mientras echa en falta más respaldo de la DGA.
Por un lado, Valfarta es uno de los ocho municipios que se han acogido al Plan
de Fomento de Vivienda de la Diputación, al que se destinan este año
tres millones de euros. Además, han solicitado préstamos Canal de
Berdún, Esplús, Alberuela de Tubo, La Fueva, Benabarre, Aínsa-Sobrarbe
y Colungo. El plan se basa en la concesión de préstamos sin intereses
a los ayuntamientos. Esta es la respuesta de la institución supramunicipal
a la realidad que ha constatado de la dificultad de encontrar casas en alquiler
o en venta para vivir en el medio rural y, por lo tanto, la imposibilidad de asentar
población. De hecho, la Diputación lanzó una encuesta para conocer
las necesidades y ya han contestado 164 municipios.
En unos casos, porque los alquileres se destinan al turismo o en otros por falta
de viviendas en condiciones óptimas, la realidad es que no es fácil
encontrar vivienda disponible. Tampoco lo es en Valfarta, donde no hay para alquilar.
De ahí que el alcalde haya impulsado la construcción de dos viviendas
en un solar, para lo que han solicitado 150.000 euros, justo la mitad del
límite que se fija en el plan. En este caso, serán dos pisos de tres habitaciones
con dos baños y algo más de 80 metros en régimen de alquiler.
La finalidad es que puedan quedarse a vivir allí alguna de las familias que
puedan llegar a trabajar a la granja de la Cooperativa Ganadera de Caspe,
que compró allí una finca para levantar la explotación y que, al
parecer, podría ampliar.
EL NUEVO COLEGIO
Por ello, también han proyectado la construcción de una escuela de
Infantil y Primaria, con la que Valfarta volvería a tener colegio 30 años
después. Cuando cerró la escuela, se desplazaban a Peñalba y ahora
a Bujaraloz. En estos momentos, ya hay cinco niños de entre uno y siete
años y la previsión es que puedan llegar más si hay vivienda.
Para este proyecto, van a destinar los 50.000 euros de este año del
plan de obras de la Diputación Provincial de Huesca así como los del próximo
ejercicio.
"El pueblo está muy cuidado, tenemos un camping municipal que funciona
y hay movimiento porque están todos los servicios en marcha", comenta el
alcalde. "Pero la historia es bien simple, en realidad no nos hace falta de
nada. Si aquí no hay sueldos, ni trabajo, la gente no se puede quedar",
indica el alcalde. Porque, además, dice, "estamos en tierra de nadie".
Desde Valfarta, tienen unos 80 kilómetros hasta Zaragoza, que es su
capital de referencia, ya que tienen una distancia similar a Huesca. Pero
tampoco están lo suficientemente cerca de Fraga o Sariñena para que la
gente viva allí y se desplace a trabajar a diario.
Él mismo se tuvo que ir con poco más de 20 años y, cuando hace dos
décadas repartieron lotes de tierra con 20 hectáreas, pudo volver y completar
su actividad con tierras arrendadas. El pueblo cuenta con 1.500 hectáreas
de regadío y vive fundamentalmente de la agricultura. En su momento, había
tres familias con ganado, pero ya no queda ni una con ovejas.
"Hay tierra, pero cualquiera que sea agricultor no quiere que sus hijos se queden
allí, porque los márgenes ahora son ridículos. Además de
la tierra tienes que hacerte granjas y luego tendremos que hacer hoteles también,
turismo rural o buscarnos la vida como se pueda", reflexiona. "Los hijos
de los que vinimos con los lotes están todos fuera y no volverá ninguno,
quizá pueda quedarse uno que aún es pequeño", comenta.
Por ello, no quiere dejar escapar esta oportunidad que supone la llegada de la
Cooperativa Ganadera de Caspe y la creación de empleo para asentar población.
De ahí que su inversión sea "de futuro".
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