Manolo Torres feliz y liberado tras un año de lucha contra viento y marea
HUESCA.- José Antonio Martín Otín, "Petón", respiraba
una euforia serena, la consecuencia de "un año muy difícil, que empezó
con mucha complejidad y ahora se han sumado estas circunstancias adversas, y en
todas hemos sabido adaptarnos".
Su primer reconocimiento, feliz mientras veía a los jugadores tumbados en el
césped, fue para Míchel. "El trabajo del técnico ha sido formidable,
ha sido el baluarte de un engranaje en que todos han aportado. Estuvo al principio
firme en los momentos más bajos y luego ha sabido gestionar la situación
cuando la pandemia ha enloquecido todo. Ha demostrado un compromiso impresionante,
como toda la plantilla, excepcional, con esos veteranos que han sido todos unos
líderes, unos capitanes".
"No te puedes imaginar lo que supone. Hoy adelantamos diez años de vida
y de futuro del Huesca, un éxito con consecuencias estructurales. La reforma
del campo, que es nuestro orgullo, es espectacular en sus tres fases, y es fundamental
la escuela de base del fútbol aragonés".
Petón valoró la lealtad "de los aficionados, de los abonados, de las
instituciones y de las empresas que, en los tiempos más difíciles, han
estado a nuestro lado. El éxito es suyo".
Rememora, en este tiempo de sufrimiento, la homilía del cura en Santo Domingo
que vio por televisión en pleno confinamiento, cuando equiparó la fe "a
lo que sienten los seguidores de la Sociedad Deportiva Huesca cuando entendían
que el equipo iba a subir a Primera División".
Y compartió una anécdota reveladora: "Cuando se lesionó Cheick
Doukouré, llamé a Gonzalo Melero para que se viniera a los cinco últimos
partidos y me dijo que sí, que al día siguiente estaba en casa de Pulido
y a entrenar. Desgraciadamente, por tres horas no se pudo hacer el trámite".
MANOLO TORRES, EXULTANTE
Manolo Torres, consejero delegado de la Sociedad Deportiva Huesca, aludía a
la mezcla de "una felicidad inmensa y de una liberación enorme, porque
al éxito del ascenso a Primera se une la vista atrás para dimensionarlo
adecuadamente".
"Más dificultades no hemos podido tener. Además de la situación
extradeportiva, tuvimos que hacer un encaje de bolillos para hacer el equipo, para
convencer a los jugadores de que nuestro proyecto merecía la pena. Y, al final,
lo hemos logrado y además ha sido decisivo el respaldo de la ciudad, de la
provincia, de las instituciones y de todos los patrocinadores".
En un aparte, "Míchel, para el que no tengo sino palabras de admiración
y felicitación. Ha sido el mismo cuando llegó en tan difíciles circunstancias,
cuando fue a Benasque con ocho de la primera plantilla y en el éxito. Como
persona y entrenador, es magnífico"l
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