Ayudaría a los servicios de emergencia a gestionar el volumen de llamadas para identificar los casos críticos
MARTA BORRÁS / EFE 08/08/2020
BRUSELAS.- Un grupo de investigadores de Luxemburgo está a punto de
poner en marcha un sistema para detectar la COVID-19 a través de la voz y la
tos, lo que permitirá un mejor diagnóstico remoto y reducirá los
riesgos de contagio por el contacto físico entre médicos y pacientes.
El proyecto, bautizado como CDCVA (COVID-19 Detection by Cough and Voice Analysis),
plantea un "enfoque innovador", basado en la inteligencia artificial, para
detectar el virus en función de los patrones de voz y tos de las personas
afectadas, explica en una entrevista a EFE Muhannad Ismael, responsable de la
iniciativa. "Las afecciones respiratorias, como la tos seca, el dolor de garganta
y la disnea causadas por la Covid-19 pueden hacer que las voces de los pacientes
sean diferentes, creando firmas de voz identificables, que pueden ser reconocidas
utilizando nuestro sistema", señala.
No es la primera vez que se lleva a cabo una iniciativa similar. La universidad
de Cambridge y la de Carnegie Mellon han desarrollado una aplicación y una
plataforma, respectivamente, para recopilar datos y crear algoritmos de Inteligencia
Artificial que permitan detectar automáticamente si una persona sufre de
COVID-19 a partir de su forma de toser o de hablar. Sin embargo, explica el
experto, todas las iniciativas hasta ahora sirven para recopilar datos pero
no hay ninguna aplicación disponible para detectar la COVID-19 a partir de
la voz y la tos.
"Nuestra idea se inspira en investigaciones avanzadas (...) para el análisis
de sonido, como reconocer automáticamente a las personas afectadas por un resfriado
por la acústica de su voz o distinguir entre tos seca y húmeda", añade.
Para desarrollar el sistema hay que recopilar un gran número de registros
de voces y grabaciones de tos, que después son procesados a través
de una serie de métodos, a fin de eliminar los ruidos e identificar los patrones
de tos y voz.
"La capacidad para identificar con éxito a los pacientes con COVID-19 a
partir de sus voces depende en gran medida de la recopilación de un gran conjunto
de datos que contenga voces y toses de pacientes con COVID-19". También
hay que tomar registros de personas sanas y de individuos que puedan sufrir otras
afecciones respiratorias. La pandemia de COVID-19 está teniendo un enorme
impacto en los sistemas sanitarios de todo el mundo, colapsando hospitales y generando
un importante número de contagios entre los profesionales sanitarios.
Para diagnosticar el coronavirus en la actualidad se utilizan fundamentalmente los
test de ARN (de diagnóstico), los test inmunológicos y los test Rápidos.
"No obstante, estos métodos requieren una consulta física, lo que
aumenta el riesgo de infección para el personal y los pacientes y consume
muchos recursos de los sistemas sanitarios", explica Muhannad Ismael.
El sistema en el que trabaja este grupo de investigadores no pretende sin embargo
reemplazar los otros tipos de test sino ser complementario, proporcionando "una
evaluación auxiliar preliminar del estado de salud" de amplios grupos de
población, sin poner en peligro a los profesionales de la salud. El mismo experto
indica que "podría usarse como una herramienta de asistencia para la toma
de decisiones clínicas para la selección de candidatos que tendrán
prioridad en las pruebas de laboratorio estándar, cuando el número de
pruebas sea limitado y deba usarse con poca frecuencia".
Además, podría ayudar, por ejemplo, a los servicios de emergencia a
gestionar el volumen de llamadas para identificar los casos críticos y
que requieran de una intervención rápida. La plataforma que recopilará
los datos y será lanzada en septiembre, estará accesible en ocho
idiomas (inglés, francés, alemán, luxemburgués, español,
ruso, serbio y árabe) para llegar al mayor número de participantes de
todo el mundo. Además de los datos vocales, reunirá información sobre
la edad, el sexo, el país, los hábitos de fumar, los síntomas, las
comorbilidades (por ejemplo, asma, alergias, enfermedad pulmonar obstructiva crónica,
etc.) y el estado de las pruebas de Covid-19.
La información será anónima, para proteger la privacidad y evitar
que las personas participantes puedan ser identificadas. Aunque por el momento
el proyecto está en fase de prueba y aún no se ha planteado en detalle
su modo de uso, el objetivo es ayudar en los esfuerzos por combatir la pandemia
de COVID-19 a nivel global y que los distintos países puedan utilizarlo,
explica Muhannad Ismael. En la iniciativa, financiada por el Fondo Nacional de Investigación
de Luxemburgo, participan investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología
de Luxemburgo y la Universidad de Luxemburgo, con el apoyo del Instituto de Salud
del país.
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