Ha publicado su segunda novela, "Los vértices de Dios", en la que cuenta la amistad entre una monja, una prostituta y un inmigrante
HUESCA.- Marimén Ayuso ha publicado en este extraño 2020 Los vértices
de Dios, una novela, la segunda, que fue finalista en el I Certamen "Martín
Fierro" de Denuncia Social y que ha sido editada por la altoaragonesa
Ediciones de Salinas. Los vértices de Dios es -explica- "una historia
de amistad entre una monja, una prostituta y un inmigrante. Por eso el título,
porque los tres convergen en un mismo espacio, que es la residencia de refugiados".
La historia se sitúa en la Barcelona actual, "pero es absolutamente ficticio
todo, no hay nada real, ni la residencia ni los personajes".
Cuenta Ayuso la relación "entre tres personas aparentemente tan dispares,
pero en el fondo muy iguales. Cada uno tiene que cargar con su propia cruz,
sobre todo la decisión del camino que toma. Dos personas, la monja y la
prostituta, que vienen más o menos de una historia familiar parecida, y una
elige el camino de Dios y la otra el camino de la prostitución…; cómo
cada uno somos libres, o no, de elegir nuestro destino" Y lo mismo le sucede
al inmigrante, que él decide "huir de Nigeria, tras un atentado de Boko
Haram (esto sí que es real, lo hubo en una Navidad), y buscar fortuna en las
"tierras blancas", como lo llama él, para poder ayudar a su familia".
Explica Marimén Ayuso que escribir esta historia de 280 páginas le
costó "no llega a los tres años", y comenta que la novela
ha sido publicada por
Ediciones de Salinas porque a la fundadora de esta editorial con sede en Sobrarbe,
Irene García, "la conocí por casualidad, por unas coincidencias
muy asombrosas en su primer libro (Y nunca más me haré a la mar) y en
mi primera novela (La palabra en la mano), que las dos hablan de una persona sorda,
una temática que no es muy habitual. Nos presentaron y surgió una bonita
amistad y cuando me enteré de que acababa de formar su propia editorial, pues
no lo dudé. Le envié el manuscrito, le gustó mucho y así surgió
esta colaboración".
La palabra en la mano (2017), "estuve escribiéndola casi 8 años
y tiene bastantes tintes biográficos. Empecé con una temática que
era la bondad versus la maldad y llevaba como tres años escribiendo y me di
cuenta que no era eso sobre lo que quería escribir. Yo soy una "coda"
(hija de padres sordos) y necesitaba hablar de esto, y de ahí La Palabra en
la Mano, por la lengua de los signos".
La pandemia de covid le ha impedido presentar Los vértices de Dios en diferentes
ciudades ya comprometidas, pero espera hacerlo pronto. Eso sí, ha sabido
aprovechar el confinamiento "y me he documentado para una tercera novela".
Dice Marimén que lleva bien lo del coronavirus "porque para escribir necesitas
silencio y estar en casa, y en este sentido llevo particularmente bien lo del
covid".
A sus 2 novelas suma 5 libros de cuentos y con otros escritores tiene una
trilogía (Mejor no te cuento) que habla sobre tabúes, fobias y
filias, y las lacras sociales, "y ahora hemos empezado otra trilogía
que ha comenzado con Seis pecados capitales (Ediciones de Salinas).
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