Ha explicado que ella tenía la custodia dela pequeña y que su pareja Carlos Pardo se ocupó de ella durante años
ZARAGOZA.- Manuela Benítez, la madre de la niña Naiara que murió
en 2017 tras ser sometida
a horas de torturas y de golpes a manos de su tío político, Iván
Pardo, en Sabiñánigo (Huesca), ha afirmado que antes del día
de los hechos no había visto un gesto violento del acusado hacia su hija, y
ha destacado el buen comportamiento de la abuelastra y del padrastro con la menor.
Benítez ha prestado este jueves declaración en la tercera sesión
del
juicio que se sigue en la Audiencia de Huesca contra Iván Pardo, Nieves
Pardo y Carlos Pardo (tío político, abuelastra y padrastro de la niña,
respectivamente,) después de que lo hayan hecho, a puerta cerrada, dos primas
de Naiara que vivían en el domicilio en el que ocurrieron los hechos, y
el padre biológico de la menor, Manuel Briones, por videoconferencia, que no
se ha podido seguir por problemas técnicos.
Durante su declaración como testigo, el abogado del padre de Naiara, Marcos
García Montes, le ha preguntado si sabía si Iván Pardo "castigaba
reiteradamente" a su hija, a lo que ha contestado: "No. Jamás le
puso un dedo encima a mi hija", quien le contaba "todo".
La Fiscalía y las acusaciones particulares en nombre de la madre y el padre
biológicos de Naiara solicitan para Iván Pardo la pena de prisión
permanente revisable por asesinato y Briones, quien llegó a solicitar la
imputación de Manuela Benítez como responsable por omisión de los
hechos y de maltrato, reclama también 15 años de cárcel para la abuelastra
y el padrastro de la menor, a los que la madre de Naiara exculpa de lo ocurrido.
De hecho, en su declaración en el juicio, la madre de la menor ha explicado
que ella tenía la custodia de Naiara, que su pareja Carlos Pardo se ocupó
de ella durante años e incluso inició los trámites para la adopción
de la pequeña, como la propia niña había pedido porque quería
ser "una Pardo Benítez".
Por el contrario, el padre biológico "no lo hizo" ni cuando vivían
en Argentina ni le dio "jamás" dinero para ella.
Ha dicho que la relación con la abuelastra, Nieves, era "de confianza",
que nunca vio en ella un gesto de maltrato ni puso inconveniente para encargarse
de su hija, a la que consentía y con quien era "generosa".
Benítez, quien ha respondido a algunas preguntas diciendo que no recordaba
o precisando lo que había aseverado en declaraciones previas ante la Guardia
Civil, ha insistido en que "nunca ha visto un gesto violento" de Iván
Pardo con su hija, y ha relatado que una vez que sí le propinó "un
cachete" por pisar la tapicería del coche y le pidió que fuera la
primera y última vez que lo hacía porque ella era su madre.
Ha dicho que no ha abierto la carta que éste le ha enviado y que ha
recibido "hace dos o tres días", en la que según el acusado le
pide perdón.
Según su declaración, la niña se trasladó a pasar el verano
a casa de su abuelastra tres días después de acabar el curso en junio
porque iban a "arreglar su habitación" y no para que se le impusiera
disciplina por su rendimiento escolar.
Naiara, según su madre, tenía "buenísima" relación
tanto con sus dos hermanos que viven en Argentina como con sus dos hermanas
residentes en España -hijas de ella y Carlos Pardo- y con sus primas, (hijas
de una hermana de Carlos e Iván Pardo), que vivían en el domicilio en
el que sucedieron los hechos, y que ellas presenciaron.
Aunque Benítez ha negado que Iván Pardo publicara en una red social
que su hija nunca sería de la familia, sí ha dicho que lo interpretó
de lo que él les dijo en el ámbito familiar que no la consideraba un miembro
de ella "porque era Briones".
Y ha insistido en que si la pequeña hubiera sufrido maltrato se lo hubiera
dicho porque se lo contaba "todo" y además nunca apreció en
ella lesiones después de haber estado en casa de su abuelastra, en la que ocurrieron
los hechos y en la que vivían también Iván Pardo y sus primas.
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