La justicia francesa ha autorizado la extradición a España de Urrutikoetxea
PARÍS.- El exdirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea "Josu
Ternera", asegura ser un "artesano" de la paz y pide una "justicia
transicional" para los actuales presos de la banda, en una entrevista que
publica en internet la revista francesa Marianne.
La entrevista divulgada este jueves en internet tiene como telón de fondo el
juicio al que un tribunal de apelaciones de París le someterá la próxima
semana.
La
Justicia francesa ha autorizado la extradición a España de Urrutikoetxea
por dos causas (el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza de 1987 y la financiación
de ETA a través de las "herriko tabernas"), mientras estudia una tercera,
aunque la defensa ha apelado esas decisiones.
Además, hay otros procesos en su contra en la Justicia francesa, uno
por asociación de malhechores.
El exdirigente etarra se
encuentra actualmente en libertad condicional desde finales de julio por el riesgo
a contagiarse de coronavirus en prisión.
En su entrevista, el exdirigente de ETA repasa su periplo de 17 años desde
que volvió a Francia tras salir de prisión en 2000 hasta su detención
en 2019, pasando por la tregua de 2005-06 o el intento negociador de Oslo en 2011.
En su narrativa, Urrutikoetxea destaca que realizó un "trabajo inmenso
y peligroso" durante años para lograr la disolución de la organización
y "resolver el conflicto armado más antiguo de Europa Occidental".
Marianne, una revista que inicialmente era izquierdista pero tras un campo
de propiedad pasó a una línea antiglobalización y nacionalista francesa,
recuerda que 829 personas "murieron bajo las balas o las bombas de ETA"
durante la historia de la banda.
Sobre esto, Urrutikoetxea señala que "hubo víctimas de ambas partes,
y siempre hay demasiadas víctimas en estos conflictos... Lamento sinceramente
todos los sufrimientos causados".
"Josu Ternera", de 69 años, pide que se tenga en cuenta su papel
en el final de ETA y lamenta que el Estado francés únicamente actúa
por "la vía penal" en su caso "y rechaza reconocer los esfuerzos
realizados para salir del enfrentamiento violento".
También solicita una "justicia transicional" de forma que se aplique
"flexibilidad en la aplicación del Estado de derecho", aunque reconoce
la necesidad de una "reparación" y pide un trabajo de memoria "para
que el conflicto no se perpetúe".
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