TEÓFILO MARCO ESTELLA 19/10/2020
La facultad de pensar es un don de Dios al ser humano, y si no lo usamos puede convertirse
en atrofia fatal. La mayoría de las veces el éxito supone el ejercicio
de nuestras facultades superiores, la inteligencia y la voluntad, y no la buena
o mala suerte. Conviene pensar, es el distintivo esencia de nuestra naturaleza.
La realidad que palpamos es que hay personas para quienes los sentidos son la única
fuente de vida y de trabajo: ver, oír, palpar, gustar, oler: vida sensitiva.
¿Pensar Que piensen otros? Los sentidos tienen su vida, pero no es la única
vida, como no es fuente de conocimientos. La persona humana debe dar "al César
lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Quiere decir esto que,
usar los sentidos para las realidades materiales, y el discurso para las realidades
espirituales: para pensar y para querer. Pensar es buscar profundidades en las cosas,
sin detenerse en la superficie de ellas. Y hay que querer, el corazón entre
otras cosas, está hecho para amar, para querer al prójimo.
Alberto Lista, en "El triunfo de la Tolerancia", dice: "Hombres, hermanos
sois, vivid hermanos". Menéndez y Pelayo, a esta obra la califica de "Masónica
oda". Sea o no sea masónica, encaja con el Mandamiento divino del amor
universal: Amar a Dios y al prójimo. Y por amor al prójimo, es ejemplo
la jota baturra de Alberto Casañal que dice así: "Se paró a pedir
un probe a la puerta de mi casa y le dije: entra si quieres y partiremos lo que
haiga".
Seguramente no acudirá a nuestra puerta un pobre, pero muchos necesitados acuden
a Cáritas, y ahí nosotros podemos entregar algo de lo que tenemos, y no
solo ropa vieja, ¿eh Que por cierto también esa ropa Cáritas la emplea
para diversas cosas. Así que todo es bien recibido y sirve para ayudar al prójimo.
Hoy, más aún por la covid-19 y la quebrada economía.
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