La compañía presenta este domingo (12 horas) en Huesca su reconocido show El profesor Coperini
HUESCA.- Huesca viajará este domingo hasta el año 1900 para
soñar con la fantasía de El profesor Coperini, un espectáculo
que Civi-Civiac pondrá en escena, a las 12 horas, en el Centro Cívico
Santiago Escartín Otín.
La historia de la compañía mediocinqueña se fraguó en el Centro
de Creación de Circo la Grainerien de Balma (Francia) y está protagonizada
por Ismael Civiac, que consigue que "los efectos de magia estén introducidos
perfectamente con el guion y la dramaturgia", avanza.
El ilusionista interpreta a un muchacho de familia de feriantes que hereda la
receta secreta de un mágico elixir, que le cambiará la vida para siempre.
"Es una receta ancestral, que está hecha con plantas endémicas del
Pirineo. Con ella puedes convertir papeles en billetes, hacer que florezcan las
flores y potenciar la resistencia física", cuenta.
Dentro del ciclo Menudo Teatro, del Ayuntamiento de Huesca, el artista sorprenderá
al público con momentos como "la propia aparición del elixir, que
no dejará indiferente a nadie", adelanta.
Los niños y niñas de Huesca soñarán con este "producto mágico",
que les podría convertir en superhéroes o superheroínas, mientras
que los adultos "verán las cosas de otra manera" gracias al protagonista,
prosigue.
"La obra nos hace pensar durante un instante que la vida sería muy fácil
si pudiéramos tener a mano un elixir mágico para cambiar las cosas
que no nos gustan", reflexiona.
El Profesor Coperini es una de las grandes apuestas de Civi-Civiac, ya que con
este show conquistó "el mercado europeo y más recientemente el chino",
resalta.
"Es el claro ejemplo de cómo entiendo el mundo del ilusionismo.
Aporta esa parte diferencial que le integra en el mundo de las artes escénicas
y del teatro, y le separa de mago de entretenimiento", especifica.
Esta obra tan especial se ha adaptado no solo a las nuevas condiciones sanitarias
derivadas de la crisis del coronavirus, sino también "a todas las culturas"
que se ha encontrado a lo largo de 600 funciones por todo el mundo.
"Ahora no sacamos a nadie a escena ni damos a examinar ni tocar ningún
elemento debido a la pandemia. Y aún así, el espectáculo funciona
a las mil maravillas", sentencia Ismael Civiac.
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