En 2020 organizó medio centenar de actos frente a los 134 que se convocaron en 2019
GRAUS.- Las restricciones derivadas de la pandemia han hecho que el Espacio
Pirineos de Graus registrara las peores cifras de sus 14 temporadas con 50
actividades y un público total de 4.734 personas, pese al esfuerzo realizado
por continuar con la actividad, siempre ajustándose a la normativa.
El centro grausino arrancó esta temporada el pasado 5 de marzo y, a la semana
siguiente, el día 14, se declaró el Estado de Alarma, por lo que
no reabrió hasta mediados de junio. "Después -detallan desde el
área de Cultura del Ayuntamiento- un verano venido a menos seguido de un
otoño a ras de suelo nos han dejado ese cómputo final de 50 actividades
(134 en 2019) y 4.734 personas (13.232 en 2019). Y es que en 2020 el centro solo
ha conseguido permanecer abierto 157 días (frente a los 214 de 2019), con
una media de 30 visitas diarias (62 en 2019)".
Debido a que son datos de poca calidad y difícilmente extrapolables, el
balance en esta ocasión se refiere estrictamente a lo vivido durante el año,
sin pormenorizar ni comparar estos registros con los de años anteriores, y
centrándose en las pocas noticias positivas que ha podido dejar 2020.
En el capítulo expositivo, de las dieciséis muestras programadas fueron
siete las que pudieron celebrarse con cierta normalidad, cinco fueron directamente
canceladas o pospuestas y para otras cuatro (incluyendo la primera de la temporada,
que solo pudo visitarse una semana) se editaron y publicaron catálogos virtuales.
Dado el éxito y seguimiento de la iniciativa, se publicaron también a
continuación los catálogos de las nueve exposiciones más importantes
de la historia del centro, cinco de ellos realizados "ad hoc", a los
que acaba de sumarse estos días el de la
muestra "Lux románica". Todos ellos pueden consultarse en la web
del centro y en las páginas creadas al efecto, espaciopirineos y espaciopirineos-espacioabierto
de la plataforma issuu.com.
Precisamente la exposición de producción propia Lux románica.
Pasado y presente del tesoro medieval ribagorzano fue, sin duda, lo más
destacado del año, pese al obligado cambio de fechas y a la lógica disminución
de su impacto a causa de la pandemia. "Así y todo, fue un ejemplo de
colaboración institucional, consiguió descongestionar la situación
de algunas de las piezas expuestas y alcanzó una muy significativa respuesta
de público, con 1.858 visitas, el tercer mejor registro de la historia del
centro".
Las otras seis muestras que pudieron visitarse "in situ" únicamente
alcanzaron 855 visitas en su conjunto, destacando el tándem de octubre formado
por Los
títeres y el juego en España y Huellas
de piedra, obra de Los Titiriteros de Binéfar y Sandrine Reynaud, respectivamente.
En cuanto al resto de acciones, las relacionadas con el conocimiento -congresos,
jornadas, conferencias y proyecciones-, fueron únicamente 5, sumando 258 asistentes.
En lo relativo a espectáculos en vivo, el centro solo pudo acoger dos
conciertos, en verano y en el jardín, que congregaron a 108 espectadores. Las
acciones formativas fueron finalmente ocho, incluyendo talleres, y reuniendo
a 507 participantes. Se albergaron también 14 presentaciones y reuniones,
concitando a 166 personas, y se celebraron 6 alquileres de espacios, que atrajeron
a 202 usuarios. El resto de visitantes (780) accedieron al centro con objeto de
consultas técnicas, culturales y turísticas, así como para reservas
e inscripciones de los eventos culturales realizados en otros equipamientos.
Desde Espacio Pirineos lamentan los proyectos pendientes: una edición
muy especial del festival Nocte dedicada al territorio, las exposiciones no instaladas,
unas jornadas profesionales en colaboración con la Universidad de Zaragoza,
otros eventos clásicos como las Jornadas de La Peña o la celebración
de San Francisco Javier, las charlas no impartidas, las presentaciones no realizadas,
los talleres cancelados y un largo etcétera. A buen seguro, entre 90 y 100
actividades han debido quedarse en el camino.
"Ahora solo esperamos poder recuperar el tiempo perdido a partir de mediados
de marzo, pero tampoco vamos a avanzar todavía nada de lo previsto, simplemente
por prudencia. 2021 debería ser especial por dos motivos principales: se
cumplen quince años de la inauguración del centro Espacio Pirineos y es
la última anualidad para el proyecto europeo Patrim+, con acciones e inversiones
a realizar en el centro, entre las que la lechuza Boira es solo un anticipo".
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