La artista oscense muestra su obra de pintura y escultura ecuestre en la sala CAI de Huesca hasta febrero
PATRICIA MAIRAL 12/01/2021
HUESCA.- La artista oscense Carlota Sarvisé inauguró este lunes
en la sala de la Fundación CAI de Huesca la exposición Amazonas con pincel,
en la que aúna de manera muy personal, sencilla y lineal sus dos pasiones:
los caballos y el arte. Se podrá visitar hasta el 4 de febrero.
Se trata de una muestra de pintura y escultura en la que, como viene siendo habitual,
Sarvisé transmite el equilibrio que le ha llevado a conseguir traspasar
el movimiento más bello del caballo a sus acuarelas y, a su vez, la expresión
de sus pinturas a sus esculturas de bronce en las que con el mínimo material
posible logra la máxima revelación, ya que en sus largas extremidades
no se pierde un ápice del movimiento, fuerza y equilibrio del animal.
"El caballo ha sido siempre mi compañero de vida. A su belleza, le acompaña
un carácter único, sensible, noble y leal. También es libertad,
fuerza y movimiento. Mis manos pintan su esencia, las piernas le transmiten mi pensamiento.
En el equilibrio de ambos se encuentra la armonía", relata la artista,
quien desvela que pasó su infancia en Sarvisé rodeada de montañas
y caballos y que pronto se inició en el mundo de la equitación que le
apasiona y eso lo demuestra en sus obras.
En concreto, en esta exposición exhibe obra ecuestre, "caballos en diferentes
disciplinas", revela la autora, en dos técnicas tanto en pintura mural,
con dos obras inéditas de gran formato, de uno y tres metros, como en acuarela,
"en su mayoría de unos cuarenta centímetros de ancho, aunque hay una
de gran formato y dos trípticos", añade, y dos esculturas en bronce.
Además, como guiño a los oscenses Amazonas con pincel cuenta con dos
paredes dedicadas a Huesca con seis obras creadas para esta exposición.
En cuatro de ellas retrata a los Danzantes de la capital altoaragonesa, otra manifiesta
la arquitectura de La Confianza y, en la sexta, pinta La Correría.
Con estas seis acuarelas evidencia que su arte no solo se encuentra en su pasión
por los caballos, sino también en su cariño por la ciudad en la que
reside y por los paisajes del Sobrarbe donde se crió, ya que el mural de
tres metros es una panorámica de la belleza de Ordesa y Monte Perdido.
Las esculturas de bronce de Sarvisé testimonian "el movimiento de
caballo, la primera, Nobleza, del año pasado, tiene más carga; mientras
que la segunda, parte de una serie de siete obras a partir de un único movimiento
ecuestre, creadas en los últimos meses". "He buscado la máxima
abstracción, hacerlo con lo mínimo posible que se puede fundir expresando
lo máximo", indica.
En realidad, esa es la tónica habitual de la artista que busca sacar lo
máximo con el mínimo material jugando con los blancos y la luz. Declara
que: "Busco el punto más bonito del movimiento del caballo con las mínimas
líneas posibles, es lo máximo con lo mínimo y el blanco le da esa
luminosidad y simplicidad necesaria". Aclara que "lo bonito de las acuarelas
es eso, que se vea lo mínimo, simplemente un color y jugar mucho con la fusión
de los colores adecuados para conseguir ese volumen porque no es lo mismo plasmar
una acuarela solo en negros que dar ese degradado de color que es lo que te consigue
el volumen y que sea tan expresiva".
Bajo el título Amazonas con pincel, Sarvisé ha querido aunar arte,
caballo y mujer ya que alude a "un libro así titulado que leí
hace tiempo que hacía un recorrido por la historia de la mujer en el arte".
Por tanto, presenta una exposición muy personal en la que se muestra como una
mujer, pintora y escultora, que continúa ese legado artístico y lo suma
a su pasión por lo ecuestre como amazona.
Su trayectoria le ha llevado a mostrar sus obras en distintos centros hípicos
españoles, así como en el hipódromo madrileño de la Zarzuela
donde expuso hace unos meses varias acuarelas y esculturas inéditas. Actualmente,
advierte que está pensando en darle un giro hacia el mundo del campo "pero
más que paisajes me gustaría empezar a trabajar sobre esas labores del
campo y sus tradiciones antiguas, una pequeña alusión a ese mundo, similar
al trabajo de Eugenio Monesma, pero en acuarela".
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