El historiador imparte una ponencia sobre la "violencia indómita: el siglo XX europeo" desde el canal del Campus oscense, a las 19 horas
PATRICIA MAIRAL 13/01/2021
HUESCA.- El reconocido historiador turolense y catedrático de Historia
Contemporánea en la Universidad de Zaragoza Julián Casanova, imparte
una conferencia sobre Una violencia indómita: El siglo XX europeo, este
miércoles, a las 19 horas, dentro de la tercera edición de La Imagen
de la Memoria, organizada por la Asociación para la Recuperación de
la Memoria Histórica en Aragón, Fénix Aragón y el Gobierno aragonés,
que será emitida online por el servicio de actividades culturales de la universidad.
Casanova pondrá sobre la mesa las manifestaciones de violencia que marcaron
la historia del siglo XX en el continente europeo más allá de las
guerras mundiales o la guerra civil española, tal como recoge en su último
ensayo publicado bajo el mismo título que la ponencia de este miércoles,
donde muestra un nuevo enfoque de actos violentos en los que sobresalen la
violencia colonial, la limpieza étnica, el genocidio, la guerra y la violencia
sexual.
El investigador explica a este periódico que "se aceptaba la idea de
que el siglo XX había tenido una primera mitad muy violenta pero que, después
del 45, había habido una segunda mitad en paz", sin embargo, defiende
que eso "no es aplicable a buena parte del centro o del este de Europa
invadida por los tanques soviéticos ni casa con las situaciones de España,
Portugal, o Grecia".
Por tanto, introduce tres nuevos matices para entender el siglo pasado. Muestra
la violencia colonial como el preámbulo, la violencia sexual como vínculo,
porque indica que trató "de demostrar que había habido un mensaje
importante en revoluciones, genocidios, limpiezas étnicas pero que había
un hilo conductor, que en los últimos años habíamos empezado a seguir
un grupo de historiadores a raíz de la violación sistemática a mujeres
musulmanas en Bosnia, con lo que la violencia sexual ya no es un apéndice sino
que ocupa parte de todo ese proceso de lucha".
Y, por último, hace hincapié en el uso político de la memoria
histórica. "Lo que pensamos que solo pasa en España, de que
haya memorias enfrentadas, pasa en todo el mundo y también está extendido
su uso político". Por ello, trata de mostrar que "ese pasado fracturado
ha creado unas memorias cruzadas en el sentido de que está en las memorias
de las víctimas y los verdugos y, en los últimos años, se ha llevado
también a un presente muy dividido con un uso político de esa historia".
En este sentido, advierte Casanova que "los matices de los últimos años
han dado voz a gente silenciada" y manifiesta que cuanto más cercana
es la historia más se complica su investigación, por lo que insiste en
llevarla a las aulas de manera clara y amena pero, sobre todo, "con un conocimiento
profundo", para lo que cree necesario "un historiador con mirada telescópica
porque este siglo tiene ecos del pasado" y aunque afirma que "la historia
no se repite, sí rima, es decir, que trae ecos al siglo XXI, desde la Rusia
de Putin a la España de Sánchez".
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