José Blanco López, ministro de Fomento, defiende que hay que "facilitar el crédito a las empresas"
Javier GARCÍA ANTÓN 03/03/2010
HUESCA.- El ministro de Fomento, José Blanco, protagonizó los Encuentros
con el Alto Aragón, que organizan DIARIO DEL ALTOARAGÓN y Fundesa con
la colaboración de Ceos-Cepyme Huesca, Cámara de Comercio e Industria
y en esta ocasión el Ayuntamiento de Huesca. Una jornada patrocinada por la
Consejería de Obras Públicas que comenzó en el Palacio de Congresos
con una conferencia y concluyó en la Venta del Sotón con una cena-coloquio
en la que se sirvieron vinos de Bodegas Lalanne. El ministro apostó por hacer
"más obra pública con menos recursos", una vía que acabe
con culturas e inercias como los modificados excesivos. Aseguró que esta crisis
es la situación económica más dura de los últimos 80 años
y abogó por soluciones como el apoyo a las empresas con más facilidad
para los créditos, si bien ahondó en que los modelos de desarrollo empresarial
no pueden fundamentarse en el apalancamiento.
PREGUNTA.- Señor ministro, aclárenos cuál es el estado de la posible
reforma en torno a las pensiones y si se tienen que preocupar quienes se aproximan
a la edad de la jubilación.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, los que están acercándose a la edad de la jubilación
deberían estar tranquilos. Los que tenemos 47 o 48 años, como yo, debemos
estar un poco más preocupados. España no tiene un problema de pensiones.
España tiene un problema de demografía y, si no somos conscientes de que
tenemos un problema de demografía, estaremos tapando los ojos ante una realidad
que nos viene. En los años 60, cuando mi abuelo cobró la pensión,
la esperanza de vida era de cinco años una vez que uno empezaba a cobrar la
pensión. En la actualidad, la esperanza de cobrar pensión de un pensionista
está entre 15 y 20 años. Es decir, varias veces más que cuando mi
abuelo cobraba la pensión: mi padre, que tiene 86 años, ya ha cobrado
21 años la pensión. Sin embargo, la situación no ha variado y, si
no somos capaces de hacer algo, cuando yo tenga que cobrar la pensión, que
tengo 48 años, habrá, si no se cambia la tendencia de la demografía,
más pasivos que activos. Por lo tanto, lo que estamos haciendo es un planteamiento
para garantizar las pensiones de la gente que tiene mi edad. Para que la gente que
tiene mi edad pueda tener garantizada la misma pensión que tienen hoy nuestros
padres o las personas que están en expectativa de jubilarse pronto. Y, además,
hacemos un planteamiento para poder mejorar todavía las pensiones que son muy
bajas, y hay todavía tres millones y medio de personas que tienen pensiones
muy bajas: todos los que tienen pensiones mínimas y la mayoría de las
viudas de nuestro país. Por lo tanto, algo hay que hacer, y habrá que
actuar en varios frentes. Desde luego, habrá que actuar sobre las prejubilaciones.
Yo he tomado una decisión hace poco tiempo que va en esa dirección: no
podía un controlador aéreo jubilarse con una licencia que se llamaba Especial
Retributiva, cobrando 170.000 euros y yéndose para casa con 52 años. Sencillamente,
el modelo no lo aguanta. Y por eso es necesario hacer una reflexión que nos
permita mejorar nuestro sistema de pensiones para que la gente que tiene 48 años,
como yo, la tenga garantizada cuando la población pasiva sea mayor que la activa.
Y eso es lo que ha puesto el gobierno encima de la mesa. Y eso es lo que queremos
acordar. Por lo tanto, no se trata de nada para la gente que ahora cobra la pensión
o para los que la van a cobrar dentro de poco, sino que se trata de garantizar este
sistema que tan buen resultado nos dio. Y aprovecho esto para hacer una reflexión
de fondo. Cada vez que uno va por un territorio, siempre le piden más infraestructuras,
más bienestar, es decir, más gasto público en definitiva. Aquí,
en España, hubo un proceso que es de una revolución creciente de derechos,
que no fue acompañada de una revolución creciente de ingresos, al contrario.
Los ingresos fueron menguando. De tal forma que España es uno de los países
de la Unión Europea con la presión fiscal más baja y, claro, no podemos
aspirar a tener Alta Velocidad de primera, y ser el primer país que va a tener
más kilómetros de Alta Velocidad en el mundo este año; no podemos
aspirar a tener más autovías que ningún país de la Unión
Europea; no podemos aspirar a tener el mejor Estado de Bienestar de la Unión
Europea, y tener impuestos como los países que menos pagan de impuestos. Esta
es la reflexión que hay que hacer, porque, cuando en el año 2020 tengamos
concluido el Plan Estratégico de Infraestructuras, el PEIT, el gran debate
es ¿y cómo vamos a mantener las infraestructuras? Porque un kilómetro
de infraestructura de Alta Velocidad cuesta su mantenimiento al año, si no
es en túnel, 100.000 euros y, si es en túnel, el doble. Por lo tanto,
multipliquen ustedes eso por el número de kilómetros de Alta Velocidad
que tenemos en España y se harán una idea sólo de lo que cuesta el
mantenimiento de la Alta Velocidad. Pues, si no reflexionamos sobre esto y no reflexionamos
sobre el futuro, igual estamos generando una gran burbuja y luego nos arrepentiremos,
como nos ha ocurrido, por cierto, con la burbuja inmobiliaria, que todo el mundo
veía venir, pero nadie hizo nada por evitarla.
MIGUEL LUCAS.- Pequeño empresario, con 7 trabajadores (6 mujeres), al renovar
la cuenta de crédito: 9%, aval personal y seguro de vida. ¿Para cuándo
el acceso al crédito en condiciones razonables de las pymes? Y, si necesito
flexibilizar mi plantilla, ¿para cuándo un modelo similar al alemán
(¡no estamos hablando de despidos!)
JOSÉ BLANCO.- Nosotros, en el proceso de reforma del mercado de trabajo que
hemos planteado a los sindicatos y a los empresarios, contemplamos la posibilidad
de introducir un modelo de contrato similar al alemán, es decir, que, si hay
acuerdo y entendemos que la referencia del acuerdo sería en torno a las vacaciones
de Semana Santa por poner una fecha de referencia, deberíamos introducir, y
ese modelo genera bastante consenso entre empresarios y sindicatos, ese mismo modelo
y podríamos incorporarlo a nuestra legislación. En relación con la
situación de las pequeñas y medianas empresas y el acceso al crédito,
decía en mi conferencia y ratifico ahora que ese es uno de los nudos gordianos
y de las dificultades que tenemos en este momento. Y, desde luego, ya les anuncio
que, en la propuesta que haremos a las fuerzas políticas el próximo lunes,
daremos una respuesta para que el crédito pueda llegar con más facilidad
a las empresas y a las familias. Pero, dicho esto, quiero hacer una reflexión
de fondo. No podemos olvidarnos de que el origen de esta crisis está, precisamente,
en una crisis del sistema financiero, es decir, de concesión de créditos
que nunca tendrían que haberse concedido y que nos llevaron a una situación
de un crack en todo el sistema financiero internacional. Por tanto, no podemos olvidar
el origen. Y no podemos olvidar que, en España, mientras el PIB crecía
al 4%, el crédito de empresas y de familias crecía por encima del 20%.
Cuando se habla de la deuda de España, lo preocupante no es la deuda que tiene
el sistema público, que es bastante inferior a la deuda que tienen los países
de la Unión Europea. Lo preocupante de la deuda española es la deuda que
tienen empresas y familias, que hubo mucho crédito que se concedió pero
con dinero que los bancos traían de mercados exteriores, y que ahora tienen
que devolver, porque ya no hay en el contexto internacional alegría para facilitar
el crédito, para importar en definitiva el crédito. Por lo tanto, es verdad
que tenemos una situación de un cierto embudo, el gobierno es consciente de
eso. Entendemos que si el crédito no fluye a la pyme, no estaremos en condiciones
de recuperar la creación de empleo y por eso vamos a hacer un esfuerzo adicional
con una propuesta que yo mismo voy a calificar de muy potente para superar precisamente
esa dificultad que tenemos en relación con el acceso al crédito.
CONRADO TORO.- Si lo que se desea es modificar el modelo productivo, ¿por qué
el Plan E se basa en la construcción? Y, de empresario a político, ¿no
es más fácil subvencionar el empleo que el paro? Entregue los 420 euros
al empresario por cada trabajador, no modificará las cuentas del Estado pero
sí las del trabajador y la empresa?
JOSÉ BLANCO.- En nuestro país, lamentablemente, la destrucción de
empleo se ha producido en el sector de la construcción. Y, frente a ese sector,
tenemos algunos problemas que vamos a tardar tiempo en resolverlos. Decía en
mi conferencia, y ratifico ahora, que una buena parte de la gente que se ha ido
al desempleo son jóvenes sin cualificación que vieron en el sector de
la construcción la forma de tener buenos salarios para responder rápidamente
al deseo de emancipación y, por lo tanto, de conformar una forma de vida partiendo
de una escasa cualificación profesional. Lamentablemente, el sector se vino
abajo y esta gente tiene muy difícil incorporarse al mercado de trabajo si
durante un proceso de tiempo no se le plantea una oferta formativa que le pueda
suponer encontrar un horizonte distinto para incorporarse al mundo del trabajo.
Pero, entre tanto, hay que hacer un plan de choque para tratar de amortiguar el
impacto de la crisis sobre este sector. El Plan E no solamente ha generado empleo,
que ha generado empleo. El Plan E ha posibilitado que 14.000 pequeñas empresas
de todos los municipios de España pudieran tener actividad en uno o dos años
que era muy difícil tener actividad. Por tanto, durante estos dos años,
no solamente hemos mantenido o no se han perdido en torno a 500.000 empleos, sino
que evitamos que se desplomaran 14.000 pequeñas empresas de nuestro país.
Es la política de estímulos que hay que hacer en momento de falta de crecimiento.
Y, en este sentido, creemos que fue un buen plan.
Yo no sé si, con la subvención de los 420 euros a los empresarios, se
generaría más y mejor empleo. Lo que sí sé, y eso va en los
genes de nuestro proyecto, es que, mientras la gente tenga dificultades, hay que
garantizar cobertura. Y no podemos olvidar dónde está el origen. Y es
que a veces nos olvidamos, y algunos incluso piensan que, una vez superada la situación,
volveremos a las andadas. El origen está muy claro: una burbuja inmobiliaria
que ha explotado, que ha llevado a que nuestro sistema financiero tenga contraído
un compromiso con un sector donde va a tener difícil en muchos casos recuperar
ese dinero, y eso afecta fundamentalmente a cajas de ahorro que están pasando
situaciones de dificultad por el excesivo crédito que le dieron al sector inmobiliario;
y, segundo, se ha concentrado sobre todo en algunas zonas de España. Yo, cuando
felicitaba al presidente de la Comunidad de Aragón, lo hacía por una razón.
Porque, claro, cuando los datos económicos son buenos, el mérito es de
la comunidad autónoma, tanto en terrenos de crecimiento económico como
de crecimiento de empleo. Ahora, cuando son malos, se le echa siempre la culpa al
Gobierno de España. Pero no es casualidad que el mayor desempleo se concentre
en la Comunidad Valenciana y en la comunidad murciana, donde la burbuja inmobiliaria,
alimentada desde los poderes locales y autonómicos, era mayor. Y, por lo tanto,
donde la destrucción de empleo, con un impacto en todo el sector de industria
de la cerámica y alrededores, está siendo absolutamente dramático.
No debemos olvidar, además, que las comunidades autónomas tienen transferidas
las políticas activas de empleo, que es algo que se olvida, y que, en todo
caso, yo soy de los que creo que hay que apoyar a las empresas y facilitarles el
crédito, pero ya no se puede construir un desarrollo solamente en base al apalancamiento.
No. Cuando vemos cómo las empresas, en otros países de la Unión Europea,
tiran y resisten mejor en estos tiempos de crisis, es debido entre otras cosas a
que tenían menor endeudamiento. Y tendremos que pensar a futuro que no solamente
todo tienen que ser beneficios y hacer nuevos productos, sino que también hay
que hacer algún proceso de capitalización, que es importante aparte de
otros cambios de modelos que habrá que hacer, porque el sector inmobiliario
nunca más va a ser como era, no nos engañemos. Y hay mucho ámbito
que trabajar, porque hay una demanda de vivienda, de vivienda de protección
oficial, hay mucho trabajo que hacer en el campo de la rehabilitación, pero
España no va a poder aguantar volver a crecer a 800.000 viviendas al año
libres, como se construían en un mercado que ahora vemos que tiene un stock
demasiado elevado y muy difícil de resolver.
PREGUNTA.- Ha causado entusiasmo en muchos oyentes de la zona su alusión a
la N-260. Le piden máxima concreción en el compromiso del Ministerio respecto
a esta infraestructura.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, la concreción la ha hecho el secretario de Estado
de Infraestructuras, que conoce perfectamente bien la N-260. En la N-260, estamos
haciendo dos actuaciones. Una entre Castejón de Sos y el congosto de Ventamillo,
que se desarrolla con toda normalidad y que está previsto que finalicen las
obras en el segundo semestre de este año 2010. Y luego hay otro tramo entre
Ventamillo y Campo que se someterá a información pública el proyecto
en verano de 2010 para poder luego empezar a desarrollar el resto de las actuaciones.
JORGE GÓMEZ.- ¿Cómo contempla el Ministerio el desarrollo de los
puertos secos? Hay una cierta inquietud y expectativas en determinadas zonas de
la provincia de Huesca.
JOSÉ BLANCO.- Este es un buen debate, porque a la hora de planificar las plataformas
logísticas, los nodos logísticos, las zonas industriales, y no es el caso
de Aragón pero hago una reflexión de carácter general, las comunidades
autónomas muchas veces no tienen presente la planificación que, en materia
de infraestructuras, tiene prevista el Gobierno de España. Y luego nos encontramos
con que hay muchas plataformas logísticas en España y algunos puertos
que no están bien conectados y que eso nos hace perder eficiencia y capacidad
de competir. Como soy consciente de esta situación, tengo previsto convocar
a todas las comunidades autónomas a una conferencia sectorial el próximo
mes de marzo para definir el mapa del transporte ferroviario de mercancías,
pero también para definir las conexiones que, en materia de cercanías,
tenemos que hacer con puertos y plataformas logísticas para tener una visión
integrada de España. Desde luego, lo tenemos muy avanzado, lo estamos trabajando
con las comunidades autónomas y antes de que finalice el mes de marzo quedará
definitivamente establecido un mapa que nos va a permitir a todos trabajar en una
misma dirección para ser mucho más competitivos, para tener unas buenas
comunicaciones con los nodos logísticos y para poder, así, desarrollar
de forma integral mucho mejor todos los inputs y todas las sinergias que hay en
el conjunto del país.
PREGUNTA.- Dentro de las líneas estratégicas que el Gobierno de España
va a poner en marcha para tomar medidas para salir de la crisis, ¿hay alguna
que contemple al pequeño y mediano comercio, motor de economía y generador
de empleo en estos momentos?
JOSÉ BLANCO.- Cuando hablamos de la pequeña y mediana empresa, hablamos
también del comercio, ¿no? Es verdad que el comercio es muy importante,
pero la mejor política que se puede hacer hacia el comercio es precisamente
estimular el consumo. Para estimular el consumo, hay que generar un clima de confianza
en el país, superar los miedos y los temores que existen, que es normal que
existan porque estamos viviendo la situación desde el punto de vista económico
más dura de los últimos 80 años. Es verdad que tenemos un país
con muchas más posibilidades, con mucha más fortaleza, con un sistema
de protección muchísimo mejor y, por tanto, capaz de hacer frente a la
situación infinitamente mejor. Pero hemos visto que el consumo en el último
trimestre ha crecido de forma ya positiva, esperamos que esa sea la tendencia a
lo largo de este año y, por lo tanto, ir superando las debilidades que se produjeron
el año pasado. Y, además, a todas las líneas de ayudas que se van
a poner en marcha, podrán acceder los pequeños comercios de nuestro país.
JAVIER ESTEBAN.- Ofrezco mi testimonio personal para confirmar que, le pese a quien
le pese, se perciben signos de mejoría y recuperación económica ya.
Quisiera saber cuál será la posición del Ministerio y más concretamente
del señor ministro hacia las grandes empresas de servicios (telecomunicaciones,
transportes, energía, etcétera), si seguirá en la línea de los
"controladores aéreos" o actuará como el Gobierno del PP que permitió
a esas empresas actuar solamente en su beneficio con ayudas públicas para asegurar
el retiro o la colocación de sus políticos en las mismas.
JOSÉ BLANCO.- Bueno, no sé muy bien a lo que se refiere. Empresas públicas
ya no quedan tantas. En todo caso, yo he dicho en la conferencia que, en lo que
se refiere al grupo Fomento, vamos a hacer un esfuerzo de austeridad. Tenemos mucho
trabajo que hacer para ser más eficientes y poder con ello prestar un mejor
servicio. Yo creo que podemos hacer más obra pública con menos recursos.
Tenemos que explotar esa vía. Tenemos que acostumbrarnos a superar también
ciertas culturas que venían siendo propias de la obra pública, como la
cultura de los modificados excesivos. Por lo tanto, vamos a trabajar para hacer
las cosas de otra forma y responder a los desafíos que tenemos por delante.
El tema de los controladores respondía a un abuso que a mi juicio se venía
prolongando desde hacía demasiado tiempo. En el año 1999 se firmó
un convenio que a mi juicio nunca se tenía que haber firmado, donde se vulneraba
el propio Estatuto de los Trabajadores a partir de un acuerdo extra-convenio, que
llevó a tener sueldos disparatados de una media de 350.000 euros, estamos hablando
de más de 60 millones de las antiguas pesetas de media de salario al año.
Eso el país no lo podía aguantar. Además, con una clara advertencia
de ilegalidad por parte de Intervención General del Estado desde el año
99, y era mi obligación resolverlo y, por lo tanto, lo he resuelto. Y, por
tanto, en todas las situaciones que dentro del ámbito del Ministerio de Fomento
pueda actuar y supongan acabar con privilegios y abusos, mi determinación será
la misma que me planteé para hacer frente al tema de los controladores.
PREGUNTA.- ¿Qué medidas se van a adoptar para reducir o eliminar la morosidad
de las administraciones y particulares?
JOSÉ BLANCO.- En la Ley de Economía Sostenible, tenemos unos criterios
para limitar el tiempo de pago de las administraciones públicas a las empresas.
Creemos que esto es un problema. Honestamente, creo que no es un problema que se
da en la administración del Estado. El Ministerio Fomento estamos pagando a
37 días, ADIF (el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) está
pagando a 60 días. Por lo tanto, no es un problema a mi juicio que sea de la
administración del Estado. Se da singularmente en la administración autonómica,
pero en gran medida se da en la administración local. Por lo tanto, nosotros
vamos a establecer una serie de medidas legislativas para obligar a todos a cumplir
con unos objetivos de tiempo para, precisamente, evitar estas situaciones de estrangulamiento
de empresas por falta de pago por parte de las diferentes administraciones. Ahí
va a estar contemplado y, por lo tanto, vamos a hacerlo con carácter de ley.
PREGUNTA.- ¿Es usted optimista respecto al consenso en torno al pacto económico?
JOSÉ BLANCO.- Yo soy optimista. Es la responsabilidad del gobierno y, dentro
del gobierno, de las personas que estamos encargadas de buscar el acuerdo. No vamos
a dar ni una excusa, ni una razón para que no haya acuerdo. Y, desde luego,
vamos a hacer todos los esfuerzos para conseguir que el mismo se extienda al máximo
de fuerzas políticas. Por lo tanto, yo soy optimista. Creo que, sobre los temas
fundamentales que exigen respuesta en este momento, deberíamos llegar a grandes
acuerdos y, desde luego, quien no esté por la labor, tendrá que explicarlo.
Y estoy convencido de que habrá propuestas ambiciosas para responder a los
principales desafíos que tendremos como país. Es evidente que, cuando
se inicia un proceso de diálogo, si queremos buscar el acuerdo, habrá
que hacer cesiones. Y haremos cesiones si, con ello, establecemos puntos de encuentro,
el mínimo común denominador posible, porque es importante para el país
transmitir en este momento una idea de unidad. Eso va a generar confianza, nos va
a dar más fortaleza, va a alimentar nuestra autoestima y lo van a valorar positivamente
los ciudadanos cuando tengan que decidir. Probablemente, algunos creen que deben
de ganar en este momento las elecciones, y yo digo que las elecciones hay que ganarlas
cuando tocan, no antes. Ahora mismo, mientras estábamos aquí, me pasaban
una encuesta de lo que está sucediendo en Reino Unido. Los laboristas, hace
ocho meses, estaban a 20 puntos de los conservadores. Bueno, la última encuesta
es que están sólo a cinco puntos. Está llegando el tiempo electoral,
la hora de votar. Por lo tanto, yo creo que debemos hacer un esfuerzo todos en pensar
menos en las elecciones, que son todavía dentro de dos años, y pensar
un poco más en los intereses generales del país, y seguro que, si hacemos
eso, alcanzaremos un acuerdo.
"HUESCA, LA CIUDAD DE LA IGUALDAD"
En la conferencia del ministro José Blanco en el Palacio de Congresos, hubo
una amplia representación de la redacción de "Igual Dá",
la sección del Dominical de DIARIO DEL ALTOARAGÓN elaborada por la Coordinadora
de Asociaciones de personas con Discapacidad (Cadis).
Incluso, había preparado una pregunta consensuada al ministro de Fomento que
el propio José Blanco elogió. Decía así la cuestión:
"Algunas ciudades son famosas por sus apellidos: París es la ciudad de
la luz. Roma es la ciudad eterna. Milán es la ciudad de la moda. Estocolmo
es la ciudad ecológica. Viena es la ciudad de la música. Bruselas es la
capital de Europa. Estrasburgo es la ciudad de los derechos humanos.
¿Podemos aspirar a que Huesca sea la ciudad de la igualdad?"
Naturalmente, el ministro se abonó a la primera alternativa: "Sí".
Y volvió a valorar la atractiva, humana y periodística interrogación,
agregando que administración y ciudadanos han de trabajar conjuntamente para
llegar a esa meta.
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