El gestor del Fondo Ibérico de Acciones, Gonzalo Lardiés, natural de Senegüé, participó en un nuevo encuentro de la Diáspora Altoaragonesa
HUESCA.- La nueva cita con la Diáspora Altoaragonesa contó con
la intervención del serrablés Gonzalo Lardiés -natural de Senegüé-
que mostró a los asistentes la situación del mercado bursátil para
alejar los temores que salpican a los inversores actuales. Los índices de inversión,
como el Ibex 35 ,"no tienen por que ser un reflejo de la economía".
Esto es así, porque la crisis actual no es una "crisis de la bolsa",
sino una "crisis financiera" que ha derivado en una crisis económica
y, por tanto, en la Bolsa. El mercado bursátil sufrió la suya en el 2000,
cuando las valoraciones eran muy amplias y cayeron los mercados. "La economía
sufrió, pero no en la misma intensidad en los mercados".
En esta ocasión, la Diáspora, organizada por DIARIO DEL ALTOARAGÓN
y Fundesa, con la colaboración de Ceos-Cepyme Huesca y la Cámara de Comercio
e Industria, contó con el patrocinio de Caja Inmaculada. La directora de su
Obra Social, María González, alabó el papel de estos encuentros que
"permiten debatir de temas de actualidad y contrastar opiniones" con expertos
como el invitado ayer, Lardiés, gestor del Fondo Ibérico de Acciones del
BPA (Banca Privada d"Andorra). Y al hilo del mensaje de su conferencia, "No
todo es tan malo en la bolsa española. Análisis de los mercados",
González apuntó que "la actitud es lo que nos tiene que ayudar a cambiar
las cosas".
Lardiés comentó que el sentimiento generalizado es que "todo es muy
negativo", pero lejos de los malos augurios, quiso dejar claro que "no es
todo malo" ni que la Bolsa "tiene que ser reflejo al 100 por ciento de la
economía". La prueba está en que muchas empresas españolas están
internacionalizadas, con negocios fuera del país y "lo están haciendo
bien y las cuentas de resultados lo agradecen". Por ello, reiteró, "no
hay que meter a todas las empresas en el mismo saco".
Esas compañías con las que ahora están más pendientes del entorno,
de lo que pasa a "nivel macro" y lo que también sirve de referencia
a gestores como Lardiés. En 2008, todo era "muy favorable" alrededor
de las empresas y la gestión permanecía en un segundo plano. En sólo
tres meses, ese entorno se volvió "hostil" y han tenido que adaptarse.
Y aunque estén en una situación mejor, "si el entorno no acompaña,
quizá no es suficiente". Por ello, las autoridades económicas están
haciendo esfuerzos en "generar confianza en el mercado" y, sobre todo, en
la economía a pie de calle, que tiene el "lastre" del endeudamiento.
Será en estos meses cuando se compruebe si la recuperación es sostenible
o no.
Lardiés hizo mención también a los "intentos desesperados"
de economías como la norteamericana, tras la inyección emitida por la
Reserva Federal. Para generar confianza en el mercado, sus autoridades han llegado
a la conclusión de que hay que "manipular" la renta variable para que
aumente el consumo. A juicio de Lardiés, este tipo de medidas tendrán
un efecto opuesto. Posiblemente, auguró, el dinero no se moverá y los
precios podrían dispararse en un momento en el que el endeudamiento norteamericano
"no puede estar más alto".
"Es difícil hacer previsiones sobre los valores en que invertir"
Cuando se le preguntó a Gonzalo Lardiés sobre el tipo de activos en los
que invertir, advirtió que "es difícil hacer previsiones" en un
escenario de "tanta inestabilidad". Ni las propias compañías,
agregó, "son capaces de prever que pasará en un año porque igual
surge otro acontecimiento financiero que puede deteriorar el mercado". De ahí
que dejara claro que el mejor criterio para invertir dependa de la capacidad de
las empresas para defenderse. Las que tienen exposición exclusivamente al mercado
interno, añadió, "son las que están más castigadas",
mientras que las que están abiertas al mercado internacional, no sólo
las grandes compañías, auguró Lardiés que "pueden dar sorpresas
positivas en el futuro".
En las dos últimas décadas, la inversión ha sido sencilla porque
el mercado americano seguía creciendo, pero en determinadas épocas como
la que estamos atravesando aconsejó "buscar la manera de no perder dinero
porque la inversión siempre tiene un punto negativo". "No es periodo
de arriesgar, sino de mantener la posición si tenemos liquidez" y, en el
caso de incertidumbre, "esperar y buscar una mejor oportunidad en el futuro",
sentenció.
En el caso del producto que este gestor maneja, la renta variable, los inversores
están convencidos de que "no hay nada que hacer", aunque en los dos
últimos meses el producto "lo está haciendo bien" dado como está
el mercado, con una rentabilidad positiva entre el 7 y 7,25 por ciento. Frente a
la renta fija, que Lardiés calificó como "una bomba de relojería
y un activo a evitar en el futuro", la renta variable constituye la mejor herramienta
"para defendernos ante la inflación". A corto plazo consideró
que la cautela "se debe imponer en las acciones de inversión".
Renta fija y renta variable
Los fondos de inversión de renta variable son aquellos que invierten la mayoría
de su patrimonio en acciones de empresas cotizadas o no cotizadas. Estos fondos
dependen de la evolución de los mercados bursátiles, por lo que en determinados
periodos pueden presentar una rentabilidad negativa.
Es precisamente este método de inversión el que puede producir un mayor
riesgo, lo que lo diferencia claramente de otros tipos de fondos de inversión
como los fondos de inversión a renta fija o los fondos de deuda, en los cuales
siempre se garantiza una estabilidad continua en las diferentes rentabilidades generadas
por la inversión.
Los fondos de inversión en renta fija son aquellos que invierten la mayor parte
de su patrimonio en bonos y obligaciones públicos o privados, tanto españoles
como extranjeros. Este tipo de activos poseen una rentabilidad fija y sin riesgo,
con lo que son productos seguros que garantizan el no poder perder el capital invertido,
aunque no se puede garantizar su rendimiento.
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