Jorge Jordana analizó el presente y futuro de la industria agroalimentaria
HUESCA.-El sector agroalimentario advirtió Jorge Jordana, consejero de Presidencia de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), sigue siendo el gran desconocido en España, a pesar de su potente industria y solvencia, requiere una mejor organización para tener un suministro adecuado de las materias primas y compensar el desequilibrio en la distribución comercial. Estas reflexiones surgieron a lo largo de la ponencia que ayer impartió este jaqués incluía dentro de la Diáspora Altoaragonesa, iniciativa organizada por la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico del Alto Aragón (Fundesa) y DIARIO DEL ALTOARAGÓN, con la colaboración de Cámara de Comercio e Industria y Ceos-Cepyme Huesca, y que en esta ocasión contó con el patrocinio de Caja Inmaculada. El ponente, un experto reconocido en el sector agroalimentario, quiso enfocar su ponencia hacia el futuro de este ámbito, partiendo de la realidad, los condicionantes para conseguir ese futuro y cómo resolver los problemas que tienen que superar. Partiendo de las previsiones de crecimiento de la población, del consumo de alimentos y de la demanda de energía, que se tendrá que ir cubriendo con otras fuentes como los biocombustibles, la perspectiva de futuro será un incremento "creciente y sostenido" de las materias primas y, por consiguiente, de las producciones agrícolas. No obstante, advirtió la tierra cultivable apenas puede producir hasta 2050 un 6 por ciento, según los expertos. En España existen 32.000 empresas del sector, con 481.650 personas ocupadas, con lo que constituye el "mayor sector industrial"- sólo la cárnica vende más que toda la industria química-, y que sólo ha descendido las ventas un 8 por ciento. Un sector "solvente y sólido" que ha creado 3.000 empleos netos en lo que llevamos de año, compra al 72 por ciento de las producciones, y pone en el mercado 170.000 millones e unidades al año, con un excelente aseguramiento sanitario. Además señaló que el 21 por ciento de lo que se produce se exporta y el 20,2 por ciento de las ventas en el mercado interior son producto foráneos. En 2010, las exportaciones crecieron un 11,45 y las exportaciones un 8,28 por ciento, y que junto con el sector del automóvil en la industria que tiene balanza de pagos positiva. En España, resumió, "no somos malos", faltan empresas y "cuando aprendamos a hacer las cosas en común", auguró que el sector tendrá futuro. Jordana mencionó las principales carencias que sufre el sector agroalimentario, con una "excelente industria" pero una agricultura "muy diversificada", a la que le falta esa organización para tener un "suministro adecuado y permanente" de las materias primas. A esta flaqueza, que afecta a todo el sector, habría que sumar el "desequilibrio en distribución comercial", ya que el 65 por ciento de la producción agroalimentaria la adquieren cuatro grandes centrales de compras. En 1977 había 72.000 empresas y ahora 31.000, una "atomización" que no facilita el funcionamiento y dificulta los aprovisionamientos, la obtención de economías de escala, la innovación, las negociaciones comerciales y la internacionalización de las empresas. Y puso como ejemplo el vino, con alrededor de 4.500 bodegas y 45.000 marcas de vino. El sector también se ve afectado por condicionantes externos, el "masoquismo" europeo, que a la hora de importar no marca las mismas condiciones que a los propios países; la "miopía política" o lo que se pregona como "correcto", que impide que en Europa se investigue en cuestiones como los productos transgénicos o la clonación; la esterilidad de "lo público" que está "distorsionando mucho nuestra actividad"; y la "locura administrativa".
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