Sus Majestades recorrieron el centro de la capital oscense acompañados por casi 400 personas
Cuando estén leyendo esta líneas, seguramente Carlos, Sandra e Iker estén abriendo sus regalos, entre los que, a buen seguro, estarán el Scalextric, el barco de Playmobil y los zapatos de montaña que habían pedido. Unos deseos que ayer se mezclaban con los nervios y la emoción por ver a los Reyes Magos a su llega a Huesca. La acogida fue por todo lo alto, con una cabalgata cargada de sorpresas, decorada para la ocasión, y con cuidados detalles como la música o la iluminación.
HUESCA.- Alrededor de 400 personas, entre figurantes, actores, integrantes
de asociaciones y colectivos, además de las mairalesas infantiles, participaron
en el desfile que este año regresó a su original recorrido por el centro
de la ciudad, desde la avenida Monreal, pasando por el Coso Alto, Porches de Galicia
y plaza Navarra.
Mucho antes de la llegada al final del recorrido, incluso una hora antes, estaban
esperando Miriam y Paula, de 8 y 7 años, que tenían claro que había
que dejar "agua" y "zanahorias", aparte de otros alimentos como
"turrón" o "plátanos", para calmar el hambre de los Reyes
Magos. Daniela, Virginia, Sara y Candela, de 10 años, cogieron el mejor sitio,
junto a la fuente de la plaza, donde todos los años se ponen porque "es
donde se ve más alto" el espectáculo. Minutos antes del inicio de
la cabalgata confesaron que la noche de Reyes "dormimos poco y madrugamos mucho".
Quienes estuvieron en la plaza tuvieron una vista privilegiada de la llegada de
los Reyes de Oriente, pero algunas como Sofía pudieron verlos antes, cuando
se subían a las carrozas, e incluso se hizo un selfie con su familia. "Ya
sabemos del año pasado -explicaron- que éste es el sitio de hacer las
fotos, y como no quiere hacérsela con ellos", optaron por esta fotografía
para plasmar el momento.
Los motoristas de la Policía Local de Huesca abrieron la comitiva, en la que
participaron grupos de animación de calle y asociaciones de tiempo libre e
infantiles, con la dirección artística y técnica a cargo de la compañía
Lagarto Lagarto. Entre ellos, el grupo de patinadores de "Patinar en Huesca"
y "Roller FSK" con la animación "Copos de nieve". Siguieron
"Los pingüinos" realizados por Tecmolde Arte y Tecnología, de
Julio Luzán, empresa que también se encargó de los distintos copos
de nieve que decoraron el recorrido y la plaza de Navarra.
Fueron desfilando, ante la atenta mirada de niños y mayores, los diferentes
grupos, como los "Aventureros" y los "Voladores" sobre las carrozas,
además de las diferentes animaciones como la de los clubes de tiempo libre
San Lorenzo, con unos "angelitos", o la del Perpetuo Socorro, con unas "estrellas
juguetonas", además de los "copos de nieve" bailarines de Espacio
Danza, los "planetas divertidos" de la Asociación Ymca Huesca y las
"estrellas fugaces" de Acción Católica General.
Antes de la entrada de las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, llamó la
atención del público más pequeños el camión de los bomberos,
cargado de regalos de todos los tamaños y con los nombres puestos, y este año,
como novedad, un camión de 1923. Una ocasión para ver esta reliquia coincidiendo
con el 150 aniversario de la implantación del servicio de bomberos en la ciudad.
Los carteros reales y los heraldos a caballo, del Club Hípico Salas, anunciaron
la llegada de los más esperados de la noche, Sus Majestades. Al rey Baltasar
le acompañaron este año auténticos ritmos venidos de países
africanos, a cargo del grupo Kunara Bambara.
Cogieron el testigo con la música la cantante oscense María Pardo, acompañada
por el grupo "Los Lambreños", que interpretaron diversos villancicos
hasta la llegada de Sus Majestades. Producciones Viridiana, bajo la dirección
artística de Jesús Arbués, y Rampa Sonido e Iluminación, ofrecieron
un espectáculo de luces y proyecciones sobre la fachada del Casino que no dejó
a nadie indiferente. Tras los villancicos, los Reyes se acercaron hasta el pesebre
montado en la terraza del Casino y entregaron sus presentes -oro, incienso y mirra-
al niño Jesús.
Ya asomados al balcón principal del edificio del Casino, saludaron a todos
los niños, los presentes y ausentes, lanzaron un mensaje de paz y amor y renovaron
con ellos sus promesas. Tras retirarse, la colección de fuegos que había
preparado la Pirotecnia Oscense, cerró una tarde cargada de fantasía,
emoción y muchos nervios que precedieron a una mañana mucho más intensa.
CARAMELOS SOLIDARIOS
En el recorrido de la cabalgata de Huesca, como ha sucedido siempre, se lanzaron
globos, serpentinas y dulces. En este caso, los caramelos tenían un mensaje
solidario. Entre los 150 kilos de caramelos sin gluten, aptos para personas celiacas,
facilitados por diferentes entidades patrocinadoras y colaboradoras (Fundación
Caixa, Ibercaja y Bantierra), se lanzaron los denominados "Caramelos del Alzhéimer",
de la entidad El Caserío de Tafalla, un caramelo de sabor a dulce de leche.
En el envoltorio, de color rosa, aparecía representado un cerebro hecho de
corazones que tenía como mensaje "El cerebro de una persona con alzhéimer
se compone de muchos corazones: los de su familia, amigos, cuidadores, investigadores.
Con este caramelo estamos aportando también el de cada uno de nosotros, porque
estaremos contribuyendo a su bienestar y tratamiento". El Ayuntamiento de Huesca
adquirió este caramelo con el objeto de destinar parte de su importe a colaborar
con el Centro de Investigación Médica Aplicada de la Universidad de Navarra
(Cima) y la Confederación de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzhéimer
y otras demencias (Ceafa).
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