El exterior del Centro Cultural del Matadero de Huesca luce desde esta semana una reproducción de unos tres metros de altura del premio Pepe Escriche, que diseñó Isidro Ferrer hace siete años para el Festival Internacional de Cine de Huesca. Se trata de una navaja que tiene como filo el negativo de una película de cine, y que en su versión "mini", se entrega desde 2009 a entidades, instituciones, personas o manifestaciones relacionadas con el cine y las artes audiovisuales. La escultura se podrá ver durante las próximas semanas, ya que forma parte de la exposición "La máquina del tiempo aragonés", que se inauguró ayer en el interior del Matadero.
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