HUESCA.- Los restos de Mariano Cuello, Tomasa Sarvisé y Pedro Barco fueron
reinhumados el pasado domingo en el cementerio de Las Mártires de Huesca
en una ceremonia llena de emoción a la que asistieron sus familiares y miembros
del Círculo Republicano Manolín Abad de Huesca. En la jornada se recordó
también a Pablo Rey, enterrado por sus familiares en Zaragoza semanas atrás.
Transportadas en brazos de familiares, miembros del Círculo y el arqueólogo
director de la exhumación, las cajas con los restos de estas tres personas
fueron trasladadas junto a la fosa. En su cabecera fue colocada la lápida
de la familia de Mariano Cuello y también, aún cubierta por una bandera
tricolor, la placa que el Círculo Republicano Manolín Abad de Huesca
dedica a estas cuatro personas que compartieron momentos amargos y décadas
de silencio hasta el mes de noviembre del pasado año.
Mariano Cuello, nieto del homenajeado de su mismo nombre, tomó la palabra y
calificó como "un gran día" la jornada que vivían. "Por
fin, 82 años después,
vamos a poder inhumar los restos de mi abuelo de una manera digna. Porque
se lo merece, porque vivió amenazado él y su familia, ingresó varias
veces en la cárcel y cuando fue puesto en libertad lo asesinaron... Y todo
por sus ideas".
Recordó además que "fue enterrado en esta fosa con siete personas
más, y cuatro aún están esperando". Aunque "justicia no va
a haber, es necesaria una reparación que consiste en levantar la fosa, localizar
los restos óseos, identificarlos y entregarlos a la familia para que nosotros
los podamos inhumar con nombre y apellidos", añadió.
Los asistentes cubrieron después con tierra la fosa donde las tres cajas descansan
en el mismo orden en que fueron encontradas las personas cuyos restos guardan.