VILLARREAL DE LA CANAL.- Tortas de chichones, empanadicos y madalenas. Estas
son las especialidades por las que históricamente cientos de coches han
parado en la panadería de Villarreal de la Canal, situada junto a la carretera
N-240, aunque el núcleo se ubica en un alto a escasos kilómetros. Y ahora
las hace Juana Samitier, que cogió el negocio hace unos cuatro años
al jubilarse los dueños para poderse quedar a vivir allí. "Al principio
cuando lo cogimos ya había bajado en negocio, pero ahora va muy bien",
resalta.
Aunque nació en Francia y su acento la delata, sus raíces se hunden
en Villarreal de la Canal, donde pasaba los veranos con sus abuelos y donde
sus padres, que emigraron, siguen veraneando. "Mientras mi hija estudiaba en
Francia, yo estaba aquí y ella venía el fin de semana. Conocí
a mi compañero, Fernando, y decidí quedarme", indica. El problema
era encontrar un trabajo. Surgió la panadería y se quedó también
con su hijo Alejandro.