MADRID.- La cuarta parte de La casa de papel llegará a Netflix el
próximo viernes 3 de abril. El Profesor y su banda intentarán culminar
su gran golpe al Banco de España en ocho nuevos y muy esperados capítulos
que aterrizan en el servicio de streaming en plena crisis sanitaria y con cientos
de millones de personas confinadas en sus casas por la pandemia de coronavirus.
"Nunca en mi vida me había hecho tanta ilusión estrenar una serie.
Estoy feliz de que podamos entretener a toda esa gente que está en su casa",
afirma en una entrevista concedida a Europa Press Úrsula Corberó, la
protagonista de la serie creada por Álex Pina que, dentro de la gravedad
de la situación, se confiesa ilusionada ante el hecho de que su trabajo pueda
ayudar a sobrellevar mejor la cuarentena a "un montón de gente que lo está
pasando mal y que se le está haciendo muy duro".
"Esperamos que la gente se entretenga y hacerles este confinamiento un poquito
más llevadero", coincide Alba Flores, cuyo personaje, Nairobi, protagonizó,
tras recibir el disparo en el pecho de un francotirador, el gran "cliffhanger"
del final de la tercera temporada. "Nairobi vela por la salud emocional de la
banda, es una consejera, casi una madre para el resto... que ella no esté supone
que desaparece la que velaba por el corazón y por eso la banda se desmorona",
avanza Flores.
Y es que los nuevos capítulos arrancan con la banda en su momento más
crítico: la vida de Nairobi está en el aire, Río (Miguel Hernán)
y Tokio acaban de volar un blindado del Ejército, Lisboa (Itziar Ituño)
ha sido capturada por la Policía y El Profesor (Álvaro Morte), cerebro
del golpe, está destrozado y desorientado creyendo que su amada ha sido ejecutada.
"Los integrantes de esta banda somos como una de esas familias que están
ahora encerrados, cuando pasa algo... se crea caos, mucho desequilibrio", apunta
Darko Peric, el actor de origen serbio que retoma su papel como Helsinki.
Un inicio muy potente, marca de la casa, pero que también estará, adelanta
Corberó, cargado de "melancolía".
"Hay mucha melancolía, sobre todo al principio de la cuarta temporada.
Del lado de los atracadores hay mucho "flashback"... un poco como
estamos ahora mismo todos, valorando los buenos momentos", afirma la actriz
que avanza que tras "recibir un palo detrás de otro", su personaje,
Tokio, "llega un momento en el que se convierte en una máquina".