HUESCA.- El bar-restaurante de Monflorite recibirá la ayuda del Ayuntamiento
para hacer frente a los gastos de electricidad, agua y gas, durante
el estado de alarma por la covid-19, que obliga al establecimiento a permanecer
cerrado.
De este modo, el Consistorio pretende asegurar la permanencia de uno de los
servicios básicos de la población.
Para el alcalde Monflorite-Lascasas, Jesús Manuel López, "el bar
es el único lugar donde nos podemos juntar los vecinos en el pueblo",
aparte de las actividades organizadas por la Comarca.
El cierre precipitado del negocio ha llevado consigo que el alcalde se reuniera
con las dos socias del negocio. "Hay que convencer a la gente de que luego
todo seguirá igual y optimizar las instalaciones para que se ganen su negocio",
comenta.
Este espacio, recuerda el primer edil, fue al principio "un multiservicio
rural que se ha ido mejorando con terraza y desde hace cinco o seis años
funciona como bar-restaurante".
La importancia de un bar-cafetería en los pueblos es uno de los aspectos resaltados
por el munícipe. "Si no hay un punto en el pueblo en el que puedas ir a
tomar un vermú, jugar una partida de cartas o echar unas charradas no es lo
mismo y ahora que no lo tenemos es cuando más lo notamos", subraya.
En su opinión, "es mala suerte que cuando un negocio va bien tenga que
cerrar y se pusieron en contacto con nosotros para que les pudiéramos ayudar".
Desde hace un mes y medio, Viorica Moldovan y Cristina Janina, dos jóvenes
de 37 y 34 años, vecinas de Castejón de Arbaniés y Novales, respectivamente,
y naturales de Rumanía, decidieron afrontar los primeros compases del bar-restaurante
de Monflorite, y desde el periodo de alarma se han visto obligadas a suspender
la actividad.
Según Viorica, conocida en Monflorite como Vio, "no hemos parado hasta
el cierre" y destaca la satisfacción de los vecinos con el bar de la
localidad. "El alcalde siempre nos ayuda y quiere que el bar esté abierto
en el pueblo", manifiesta agradecida por la ayuda del Consistorio.
Tras cerrar el bar por el decreto de alarma, Vio reconoce que se asustó un
poco al principio pero recibió ánimos por parte del alcalde y los vecinos
de Monflorite.
Pese a la incertidumbre de cuándo podrá reabrir el negocio, Vio admite
ser positiva y, sobre todo, "aguantar, tener paciencia, esperar y luego seguir"
por lo que considera que "habrá que tomar decisiones correctas para empezar
de nuevo" el negocio.
"Empezaremos otra vez desde cero", asume la trabajadora del establecimiento
hostelero de Monflorite sin saber cuándo van a poder reabrir. "Después
de un periodo malo la esperanza es volver a estar bien", expresa.