HUESCA.- El oscense Javier Camarón está en primera línea de
fuego como médico especialista en medicina interna en el Hospital Universitario
Joan XXIII de Tarragona. Su trabajo en esta pandemia le ocupa alrededor de noventa
horas semanales y a duras penas puede compaginarlo con los entrenamientos que
iban encaminados a iniciar la temporada con Intec-Zoiti (es lanzador de peso) en
la puesta de largo en la Liga de División de Honor.
Es su tercer año de residente y le está tocando vivir casi una "guerra
absoluta", si bien señala que en Tarragona las aguas bajan más calmadas
que en Barcelona o Igualada. "Es un colapso que podemos llegar a atender",
observa, si bien afirma que "la tensión emocional es bastante dura".
"Hay que tener en cuenta que los enfermos están solos y se tienen que pegar
entre dos y tres semanas así. Los que van bien lo pueden sobrellevar mejor,
pero los que van mal se mueren solos, aunque ahora está cambiando la cosa.
Nos restringen mucho las entradas porque los equipos de protección están
muy limitados y hay que optimizar", explica.
Cuando el coronavirus entró en España, recuerda, "pensábamos
que nuestra sanidad era superior a la de China y que iba a haber algo de colapso,
pero no todo lo que ha sido. Al principio lo veíamos como una gripe y ya hemos
visto que no es así. La gripe se lleva a mucha gente, pero es una enfermedad
que tiene defensas que ya conocen ese virus y lo puedes atacar, con lo cual la gente
no se muere ni se pone tan mal salvo quienes son más mayores y tienen muchas
patologías. Pero este virus es nuevo y al no tener defensas infecta mucho
más y es más peligroso. Aunque hay mucha gente mayor, también
estamos viendo a bastante gente joven afectada. Una gripe normal se pasa en cuatro
o cinco días y aquí los intubados tienen que estar mínimo dos o tres
semanas".
Reconoce que en el origen de la pandemia acudían con miedo a trabajar, si bien
admite que al entrar menos a las habitaciones son las enfermeras las que están
más expuestas al peligro de contagio. Toca madera para no verse afectado.
La exigencia es mayúscula, si bien indica que, más que el trabajo físico,
al que ya están habituados, "lo que machaca es el cansancio emocional,
hasta llegar al agotamiento, porque es el día a día constante".
¿Y entrenar "Me estoy intentando obligar a hacer ejercicio en casa, sobre
todo los días que no tengo guardia. Son circuitos y ejercicios de tonificación.
Pero más que por estar en forma, por la cabeza. Ha sido una pena todo esto
con la ilusión que teníamos todos con la Liga. Estábamos ya casi
para debutar pero al final lo prioritario es la salud y el problema que tenemos.
Creo que la temporada está perdida porque no merece la pena. Lo más adecuado
sería aplazarlo. Calculo que en casa estaremos como mínimo un par de semanas
más. Hasta que se ponga en marcha todo, hasta bien entrado el verano, no habrá
cierta normalidad. Sería lo prudente. Creo que esto va para largo".
Afirma estar viviendo una experiencia "espectacular". "Soy una persona
racional, de los que gusta dejar el trabajo en el trabajo y no traerlo a casa.
Pero con esta situación es complicado, y cuesta dormir porque no dejas de pensar
en lo mismo. Llegas casa y cada día es así. Y también la incertidumbre
de si te vas a contagiar o no".
Vive solo en su piso de Tarragona y tiene a su madre y a su hermano en Huesca,
lo mismo que a sus abuelas. Todos bien.
Y mira el lado positivo de lo que está viviendo. "Puestos a vivir una experiencia,
pienso que estoy en el mejor sitio para poder echar una mano. Me siento un privilegiado
por hacer lo que hago y poder vivir de lo que me gusta".
Pero hace un guiño reivindicativo. "Lo de los aplausos me parece muy bien,
pero en cuanto esto acabe me gustaría saber qué va a pasar con la sanidad
y los sanitarios. Hay cosas como los turnos de trabajo, la escasez de material
o las guardias que no cotizamos en España ningún médico. Es un
gesto muy chulo que te aplaudan, el primer día lo viví en el hospital
y fue muy emocionante. Pero veremos cuando pase esto si la gente se manifestará
y si apoyarán a los sanitarios".
Como profesional de la medicina, un consejo. "Que se cumplan las restricciones
de no salir, tener mínimo contacto posible con las personas mayores de la
familia y sobre todo las condiciones higiénicas del lavado de manos".