HUESCA.- En la década de los 60 se empezó a fabricar en Valladolid
el Renault 6. Durante muchos años fue un vehículo muy identificado
con el mundo rural, muy apreciado por su suspensión, se podía ir por
cualquier pista. Hoy en día forma parte de esa colección de vehículos
antiguos, que algunos pocos aún se conservan, pero no es el caso del de la
imagen, "aparcado" en plena Ruta de las Iglesias del Serrablo, junto
a la de San Andrés en Satué. Un Renault 6 que tuvo su utilidad, pero
que con el paso del tiempo y el gamberrismo se ha convertido en chatarra.