Maribel Rey, pintora de Caldearenas, ha sido la artífice de una actuación que convierte el medio en una gran obra
La Senda de Izarbe, que se encuentra en el municipio de Caldearenas, Comarca del Alto Gállego, discurre por una antigua cabañera, un camino paralelo al río Gállego, a un kilómetro de Caldearenas. La artífice de esta actuación que se inauguró el 21 de junio de 1999 es Maribel Rey, pintora de Caldearenas actualmente residente en Sabiñánigo.
MERCEDES PORTELLA
06/03/2011
CALDEARENAS.- En esta singular Senda, el hombre y la naturaleza se reconcilian
a través del arte con pinturas sobre rocas, mosaicos y telas que entrelazan
las ramas de los árboles, y que de alguna manera se apropian del paisaje. Es
una ruta que se suele hacer en familia, incluso con niños pequeños porque
el camino no tiene ninguna dificultad.
Maribel Rey recuerda que este proyecto llevó consigo "muchísimo trabajo
pero con mucha satisfacción. Disfruté mucho. En definitiva, la Senda de
Izarbe fue una experiencia muy bonita".
El verano pasado, después de cumplirse diez años desde que se finalizara
el proyecto, se realizaron en la Senda de Izarbe labores de mantenimiento que dirigió
la propia Maribel Rey junto con personal del Ayuntamiento de Caldearenas. "Lo
arreglamos, restauramos y volvimos a pintar todo el recorrido. Lo hicimos en el
mes de julio, pero a pesar del calor que pasamos, el resultado fue muy bueno, se
repintó todo, se cambiaron muchos colores y se arreglaron varias partes que
estaban en mal estado".
En la Senda de Izarbe se combinan colores vivos como rojos, amarillos, verdes, azules...
con blancos, colores que en esta Senda se integran en el paisaje resaltando las
formas de las rocas, árboles y losas que se van descubriendo a lo largo de
un trayecto de una hora y media de tranquila y suave caminata. Pero también
apreciamos personajes pintados en las rocas que nos recuerdan la vida pastoril y
agrícola.
Es una bella muestra de cómo el arte puede convivir con la naturaleza respetando
nuestra imaginación a través del color, con formas, líneas y motivos
pintados por el hombre que transforman el paisaje, dándole una nueva perspectiva
e integrándose en su propio soporte: la naturaleza.
La Senda de Izarbe puede visitarse por libre pero también puede realizarse
de manera guiada junto con la visita al Centro de Interpretación Pastoril situado
al final de este sendero, en el que en una paridera antes utilizada como refugio
de ganado y conservando su estructura original, se ha recreado en su interior una
caseta de pastores con información de su vida, costumbres y tradiciones sobre
paneles explicativos.
La Senda de Izarbe recorre una antigua cabañera real de piedra que une Caldearenas
con el pueblo de Rasal. A unos 20 minutos desde Caldearenas en dirección a
Javierrelatre y Anzánigo, se accede a la Senda por Caldearenas, al lado de
las pistas deportivas, por el camino que va paralelo al río Gállego, a
un kilómetro de Caldearenas. Hay que cruzar el Río Matriz, de fácil
acceso, y entrar por debajo del puente de piedra del tren, a la derecha.
Al llegar, lo primero que se encuentra el visitante es la representación de
un guerrero y de una figura femenina pintados sobre la roca, junto con el sol, la
luna y animales, como dando la bienvenida y representando el universo en miniatura.
A continuación, hay unas representaciones sobre las mismas rocas de símbolos
etnológicos, animales y también algunas intervenciones a modo de cuevas
con dibujos rupestres.
En el mismo camino, el visitante encuentra además la fuente de "La Fusta",
en la que se puede beber su agua, y, luego, hay un pinar en el que los colores se
dibujan entrelazados en sus ramas. Pero tal vez la parte más espectacular de
la Senda son las pinturas que Maribel Rey pintó a ambos lados de un barranco
y que cambian de perspectiva según el lado por el que se miran, siendo diferente
incluso su apreciación según el momento del día en que se visitan.
En las piedras del barranco hay unos mosaicos con dibujos de lagartos, y ya en el
último tramo de la Senda se encuentra una paridera de ganado. Aquí se
acaba la Senda de Izarbe y hay que volver sobre ella al punto de partida para regresar
a casa.
Maribel Rey recuerda que le apetecía mucho hacer esta intervención en
el paisaje y que durante casi un año estuvo viendo varios sitios hasta que
encontró el lugar idóneo, que es donde finalmente se llevó a cabo
la actuación. Fueron dos años en los que contó con la colaboración
de amigos y también de alumnos de la Escuela de Tiempo Libre Atrellu de Zaragoza.
Para esta artista, ahora profesora de plástica y pintura, es muy importante
desarrollar este tipo de iniciativas en el medio rural. "Si queremos desarrollo
turístico, tendremos que buscar en cada lugar iniciativas únicas y particulares
para después articularlas y ofrecerlas de modo conjunto. En la provincia de
Huesca hay iniciativas muy interesantes pero creo que sería necesaria una mayor
organización para conseguir el desarrollo local que generara empleo en nuestra
provincia".
Maribel argumenta que "las personas van cambiando. Los trabajos que dejamos
en el camino permanecen en el mismo lugar, volvemos a mirarlos y nos producen diferentes
sensaciones y recuerdos. Yo invito a las personas a disfrutar de este enclave en
las diferentes estaciones y a caminar viendo nuestro alrededor con curiosidad y
respeto, y sin prisa, para relajarte y conectar con el paisaje. Caminamos muchas
veces demasiado deprisa y esto impide que nos fijemos en los detalles y en las cosas
pequeñas que tenemos a nuestro alrededor".
Considera que, siempre "que se hagan las cosas desde el sentido común y
el respeto", el Alto Gallego podría contar en su territorio con más
actuaciones de este tipo al aire libre, "pero para ello es imprescindible que
haya personas con tiempo y con buenas ideas para realizar trabajos que merezcan
la pena y que la gente las sepa valorar. Detrás de un proyecto como éste,
hay muchas más horas de trabajo de lo que la gente se cree, hay que pensar,
preparar las piedras, muy deterioradas, lijarlas, darles un producto especial y
por fin pintarlas, y esto lleva mucho tiempo y muchas horas de sol... pero, en definitiva,
si hay ideas y gente dispuesta a llevarlas a cabo, hay buenos proyectos".
No le gusta ver la Senda de Izarbe deteriorada. Dentro de esas labores de mantenimiento
que realizó el verano pasado, todavía le queda por reparar y hacer mosaicos.
"Espero que no sea dentro de diez años".
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