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La QH sigue pedaleando

El mal tiempo desluce el final de la Quebrantahuesos
El mal tiempo desluce el final de la Quebrantahuesos
S.E.

LA QUEBRANTAHUESOS sigue pedaleando. Con dos ediciones marcadas por la pandemia, y esta última, además, contra un tiempo desapacible que ha contribuido a agrandar la gesta, se antoja como un símbolo de lucha por mantener viva una cita que se ha convertido en 30 años en un referente mundial del ciclismo. Y está más que viva. Las ruedas no dejan de girar y tampoco la imaginación de sus impulsores para seguir innovando en este tipo de citas deportivas.

La QH ha supuesto en estas tres décadas un antes y un después en los eventos deportivos, puesto que a su paso y al ritmo de sus necesidades han surgido normativas y se han buscado soluciones para las situaciones que su crecimiento exponencial podía plantear. Y, también es justo decirlo, se ha copiado o usado como modelo para otros eventos de diversas disciplinas.

La Quebrantahuesos es algo más que una marcha deportiva, ya que ni siquiera es una competición, es una fiesta para los amantes de las dos ruedas, pero también para Sabiñánigo y todos los territorios que recorre. La cita saca a los vecinos a la calle y a las carreteras para disfrutar del espectáculo deportivo y, además, reúne a cientos de voluntarios. Setecientas personas de todas las edades han colaborado en esta edición para su desarrollo. Esta cifra es tan importante como los miles de ciclistas que se apuntan y habla por si sola del arraigo social. Es una fuerza para impulsar los pedales, para demostrar que un territorio unido en torno a una ilusión es capaz de conseguir cualquier meta. En un extenso municipio con más de 50 núcleos, muchos con menos de 10 habitantes, unen sus fuerzas para crecer como una referencia y que su nombre suene en todo el mundo. La QH sigue pedaleando, y en pelotón mucho mejor. l

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