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CRISIS EN CATALUÑA

La legislatura queda en vilo al encallar el diálogo catalán

El Ejecutivo culpa a los independentistas del parón por rechazar su propuesta

La legislatura queda en vilo al encallar el diálogo catalán
La legislatura queda en vilo al encallar el diálogo catalán
EFE

MADRID.- Las conversaciones para buscar una solución en Cataluña encallan y dejan en vilo la legislatura, porque ni el Gobierno ni el independentismo ven una salida a su desencuentro y es más que probable el rechazo a los Presupuestos Generales del Estado.

El Ejecutivo culpa a los independentistas de este parón por rechazar el marco que les planteó para hablar, incluida la mesa de partidos con la polémica figura del relator.

La Generalitat, por el contrario, dijo este viernes que era el Gobierno, con su "falta de coraje" ante la presión de la derecha, el que había "roto" este diálogo.

Así las cosas, quedan cuatro días para que el Congreso vote las 6 enmiendas a la totalidad del proyecto de ley de los presupuestos, y las posiciones están más alejadas que nunca, por lo que le será muy difícil al Gobierno y al PSOE encontrar apoyos para que las cuentas puedan seguir tramitándose. A lo largo de este viernes, y antes de que venciera el plazo de las 14,00 horas para registrar las iniciativas, se presentaron las enmiendas de Ciudadanos, Coalición Canaria, el PDeCAT y Foro Asturias, a las que se suman las ya registradas por el PP (el jueves) y ERC (el martes).

Y este domingo, además, se celebrará la concentración promovida por PP y Ciudadanos, a la que se sumó Vox, contra la política del Gobierno con Cataluña y para reclamar a Pedro Sánchez elecciones generales.

El Gobierno trata de ganar tiempo, y la vicepresidenta, Carmen Calvo, aseguró este viernes que harían todo lo que pudieran para lograr que los partidos apoyen los presupuestos.

Pero admitió también que si no lo consiguieran, la legislatura "se acorta" como en su día asumió el propio presidente, el único facultado constitucionalmente para convocar los comicios.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Calvo explicó que las fuerzas independentistas habían rechazado las propuestas del Ejecutivo y seguían exigiendo un referéndum de autodeterminación contrario al marco constitucional, por lo que el diálogo había "encallado".

No quiso darlo por roto, porque entendía que el Gobierno no puede nunca cerrar esa puerta, pero sí insistió en que el marco planteado es "el único" posible, dentro de la legalidad y la Constitución, e insistió en que "nunca" se aceptará un referéndum de autodeterminación.

La propuesta incluía una mesa de partidos con representación en Cataluña y sus formaciones estatales "vinculadas" -de forma que podrían entrar Podemos y el PSOE, ya que en la mesa catalana están En Comú Podem y el PSC-, y era en esa mesa en la que habría estado el polémico relator para "coordinar" los trabajos y "crear las condiciones para hablar".

Una figura que fue la que provocó la dura reacción de PP y Ciudadanos esta semana pero sobre la que este viernes ni siquiera se habló.

Tras insistir en que el Gobierno no puede proponer ni aceptar otro marco que no sea el que planteó, Calvo volvió a criticar a PP y Ciudadanos y contrapuso la "lealtad absoluta" con la que el PSOE se comportó desde la oposición ante el problema catalán con la actitud que están teniendo ambos partidos. "Las derechas no ayudan al diálogo, sino que agitan la situación" por intereses electorales, lamentó.

La situación, en definitiva, queda encallada cuando se agota el tiempo para que el Gobierno consiga los apoyos para los presupuestos. En este momento solo tiene el de Podemos.