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ESTAFA

El Supremo condena a cuatro hermanos por simular enfermedades para cobrar la pensión

Fingieron unos padecimientos que no se correspondían con su situación clínica

El Supremo condena a cuatro hermanos por simular enfermedades para cobrar la pensión
El Supremo condena a cuatro hermanos por simular enfermedades para cobrar la pensión
EFE

MADRID.- El Tribunal Supremo ha condenado por un delito continuado de estafa a penas de cuatro meses a dos años de prisión a cuatro hermanos que simularon enfermedades para conseguir la declaración de incapacidad y así cobrar la prestación económica correspondiente del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS).

En una sentencia el alto tribunal estima de forma parcial los recursos interpuestos por los condenados y les absuelve de falsedad documental, por falta de pruebas, corrigiendo así la resolución de la Audiencia Provincial de Las Palmas que les condenó por los dos delitos a penas de entre diez meses y tres años y medio de cárcel.

El Supremo mantiene la condena por el delito de estafa con las circunstancias atenuantes de dilaciones indebidas y reparación del daño.

De esta forma confirma que tres de los recurrentes tienen que pagar una indemnización de 102.795 euros al INSS por el cobro indebido de las prestaciones desde 2006 a 2009 y que dos de ellos deberán abonar 186.739 euros a dos aseguradoras que les pagaron determinadas cantidades tras acreditarse la situación de incapacidad declarada por el INSS.

Según los hechos probados en la sentencia los cuatro hermanos se pusieron de acuerdo con el fin de obtener un beneficio patrimonial ilícito para lograr la declaración de incapacidad más severa posible que les permitiera acceder a las prestaciones sociales en función del grado de incapacidad alcanzado.

Los magistrados añaden que para ello simularon unos padecimientos que no se correspondían en absoluto con su situación clínica "bien por no existir en modo alguno o por ser exacerbados".

"Sin embargo se pudo comprobar que hacían una vida normal, ya que conducían e iban a un centro comercial, que no se correspondía con la situación clínica que aparentaron ante los médicos evaluadores, catatonia-autismo en algún caso", agrega el Supremo.

El tribunal indica que en todos los casos el procedimiento fraudulento fue similar con "uso de un certificado médico mendaz para iniciar el expediente, simulación de un estado próximo a la catatonia para superar el control de los evaluadores de la Seguridad Social y existencia de una patología de base, depresión".

Comenta que sobre la misma distintos médicos no han podido evaluar la posible existencia de fraude aunque algunos de ellos han dudado de esta circunstancia y de la existencia de esa patología.

El Supremo concluye que el descubrimiento de la actuación similar de los cuatro hermanos unido a las vigilancias realizadas una vez descubierto el fraude, así como las apreciaciones de los médicos forenses, "ha permitido establecer con la necesaria certeza la existencia de simulación sobre la totalidad del proceso".