El Gobierno deroga los despidos por bajas justificadas

MADRID.- La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, confirmó ayer que irá al próximo Consejo de Ministros del martes 18 de febrero la derogación del artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores que permite el despido por bajas médicas. "No hubo ningún debate sobre la derogación del 52.d lo quiero poner en valor no hubo ninguna discusión", defendió tras una reunión con el director de la oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto. Díaz también subrayó que los plazos se han ajustado a los trámites necesarios. "No hay plazo menor", ha insistido.

También explicó que se ha expuesto la derogación a los portavoces de los distintos grupos políticos, que eso requiere tiempo y que "no ha habido ningún reparo" desde ningún interlocutor. Díaz indicó en que se elimina este apartado del artículo y que otros temas más amplios sobre absentismo siguen su curso en el marco del diálogo social donde los agentes sociales están trabajando "mucho y bien". "Va a ser gran noticia que no vivamos situaciones tan degradantes como que cuando alguien es más vulnerable pueda perder el trabajo", subrayó Díaz.

TIEMPO DE TRABAJO

Díaz avanzó, por otra parte, que se va a estudiar si la pausa del café puede considerarse tiempo de trabajo en el marco de la directiva europea y, si es así, se legislará sobre el tema.

Cuestionada por la posición del Gobierno tras la sentencia de la Audiencia Nacional que avala descontar del cálculo efectivo de la jornada de sus trabajadores el tiempo que estos emplean en desayunar, tomar un café o fumar un cigarrillo, Díaz apuntó que se va a analizar con "prudencia" y al "albur" de la directiva europea de tiempo de trabajo.

"Vamos a estudiar si podemos entender que todo sea tiempo de trabajo, lo vamos a estudiar pero con prudencia, al albur de la directiva de tiempo de trabajo si hay acomodo legislativo aquí", señaló Díaz. Mientras, CC. OO. ya ha recurrido ante el Supremo la citada sentencia. Subraya que el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores obliga a negociar la jornada con la representación de los trabajadores, así como cualquier modificación.