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CONSECUENCIAS DE LA COVID-19

Sanidad "reordenará" los datos tras romperse la serie estadística del coronavirus

El Gobierno unifica el criterio de las notificaciones para evitar descuadres significativos

Sanidad "reordenará" los datos tras romperse la serie estadística del coronavirus
Sanidad "reordenará" los datos tras romperse la serie estadística del coronavirus
EFE

MADRID.- La presión sobre los datos para calibrar el estado real de la epidemia de coronavirus en España ha acabado rompiendo la serie estadística con la que se interpretaba el curso de la enfermedad y ha obligado al Gobierno a unificar el criterio de las notificaciones con una orden ministerial para evitar descuadres tan significativos como el de los 585 muertos confirmados este viernes, de los que sólo 348 se suman al total, que se sitúa en 19.478.

Ese descuadre lo atribuye el Ministerio de Sanidad a "incoherencias" en los datos trasladados por Cataluña, que esta semana contabilizó a partir de informes de las funerarias 3.242 nuevas muertes sin confirmar pero sospechosas de estar relacionadas con la covid-19, que sumó a las 3.855 que registraba siguiendo el patrón de casos ratificados mediante test del resto de comunidades y de la mayoría de países.

Desde el miércoles está también trastocado el análisis de la que está considerada tendencia clave para ver la evolución de la pandemia, el ritmo de contagios, que, tras situarse en días precedentes por debajo del 2 por ciento, subió de forma abrupta con el incremento de los test en las autonomías y la identificación de asintomáticos, subida que se mantuvo este viernes con 5.252 nuevos positivos (2,9 por ciento) y un total de 188.086.

Hasta el número de enfermos de la covid-19 curados (74.797) sufrió el embate del ajuste de datos, con 2.000 menos que 24 horas antes.

Restan las hospitalizaciones (1.003 más) e ingresos en las UCI (79), que siguen descendiendo (1,7 y 1,4 por ciento), y el ritmo medio básico de reproducción del virus, por debajo del 1 por ciento de media -pese a que hay todavía comunidades que lo superan- para señalar que la tendencia de la epidemia sigue siendo claramente decreciente.

INFORMACIÓN HOMOGÉNEA

"Durante dos o tres días los datos podrán parecer un poco extraños", ha dicho el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que anunció que están tratado de corregir las series "para que las fuentes de información sean homogéneas".

Las estadísticas que explican el rumbo y la dimensión de la epidemia se disponen, por tanto, a cruzar un pequeño desierto salpicado de espejismos -en China ocurrió lo mismo- que Sanidad pretende dejar atrás con la orden publicada ayer en el BOE parar tratar de unificar el criterio de los datos que envían las comunidades.

En esa orden, que modifica la anterior del 14 de marzo, se solicita a las autonomías que comuniquen de forma separada los casos detectados por test PCR y los diagnosticados por test rápidos o de anticuerpos y que notifiquen los fallecidos con covid-19 confirmados en hospitales, residencias o domicilios particulares, con lo que se sigue separando los casos sospechosos de los confirmados, al contrario de lo que plantean comunidades como Cataluña.

Desde este viernes, en consecuencia, se deben remitir entre las 20 y las 21 horas el total de fallecidos por SARS-CoV-2 desde el 31 de enero, así como los casos acumulados confirmados desde esa misma fecha mediante prueba diagnóstica, incluyendo sintomáticos y asintomáticos.

También el número de personas con síntomas y sin síntomas en el momento de la prueba y las que han ingresado en centros hospitalarios u otros centros habilitados para la atención de pacientes, incluyendo en las unidades de cuidados intensivos, además de las altas hospitalarias y domiciliarias. A las nuevas estadísticas se sumarán, según precisó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, los fallecidos en residencias de mayores.

Una información lo más completa y detallada posible es clave para hacer frente a la epidemia, pero también para preparar los siguientes escenarios y programar el periodo posterior al confinamiento, que muy probablemente se prorrogue la semana que viene otros quince días, pero ya con algunas excepciones como las que se mantienen en otros países.