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NUEVA NORMALIDAD

Restaurantes optan por una oferta gastronómica en versión reducida

Se apuesta por más tapeo veraniego y platos clásicos que atraigan a clientes locales y de fuera

Restaurantes optan por una oferta gastronómica en versión reducida
Restaurantes optan por una oferta gastronómica en versión reducida
S.E.

MADRID.- Con la crisis del coronavirus, muchos bares y restaurantes han optado por limitar su oferta gastronómica con una carta en "versión reducida", más tapeo veraniego y platos clásicos que atraigan a clientes locales y de fuera.

En la plaza mayor de Madrid, los hosteleros han ido poniendo sus negocios a punto, invirtiendo en las nuevas medidas de protección y sacando poco a poco a los trabajadores de los ERTE. En esa adaptación se han visto empujados a ofrecer nuevas cartas, no solo en formato digital o plastificadas, sino también en lo que a variedad se refiere, como forma de ajustar gastos y evitar pérdidas.

"Los restaurantes clásicos de carta amplia no pueden mantener esa gama de productos y creo que las cartas se irán simplificando por la vía de los hechos", argumenta a Efeagro el presidente del gremio de Restauradores de Plaza Mayor, José Antonio Aparicio.

El cambio de hábitos de los consumidores, influido entre otros motivos por la crisis económica y el menor poder adquisitivo, también está dejando paso a una mayor demanda de bebidas, pinchos y tapas, según Aparicio.

Frente a la playa valenciana de la Malvarrosa, en el restaurante Luz de Luna el menú del día directamente ha desaparecido. Junto a la tradicional paella han sobrevivido opciones como las carnes a la brasa o las tapas, que han terminado sustituyendo en preferencias a la carta, explica el gerente del local, Pedro Gonzalo. Atribuye esos cambios a la caída de las visitas, principalmente por la pérdida de turismo extranjero.

Por zonas, se espera que aquellas más turísticas y de oficinas se resientan por la menor afluencia, frente a bares y restaurantes de barrio con una clientela más fiel.

La tradición de la tapa se mantiene, mientras, en Granada, donde en el restaurante Chikito han decidido reducir el menú a la mitad, cuenta su responsable, Daniel Oruezábal. La carta se componía antes de unos 47 platos y ahora ese número se ha reducido a 25, precisa Oruezábal, que confía sobre todo en recuperar parte de la actividad con el consumo de los clientes locales.

Los distribuidores también han notado el descenso en el consumo y la oferta de la restauración.