Torra se enroca frente a la petición de elecciones de sus socios y la oposición

BARCELONA.- El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se enrocó este miércoles frente al clamor de sus socios de gobierno, ERC, y de la oposición en favor de que convoque ya unas nuevas elecciones en Cataluña antes de que pueda ser inhabilitado.

Torra tenía la oportunidad de anunciar, en un marco solemne como es el debate de política general que cada año celebra el Parlament, cuáles son sus planes ante su posible inhabilitación, pero no quiso dar más que una pista: su respuesta no pasa por convocar elecciones antes de que se vea forzado a dejar la presidencia.

Veinticuatro horas antes de asistir en el Tribunal Supremo a la vista del recurso contra su inhabilitación, Torra denunció que esta legislatura puede quedar "marcada por el círculo perfecto de la represión": se inició con "Mariano Rajoy impidiendo la elección" de Carles Puigdemont como president y "puede acabar con la destitución de otro", ya con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en el Ejecutivo.

Tampoco desveló qué piensa hacer si un Estado con "sed de venganza" lo acaba inhabilitando y el Govern queda en funciones sin un horizonte claro, aunque afirmó: "Serviré a mi país hasta las últimas consecuencias y hasta el último minuto de mi presidencia".

Torra hizo caso omiso a los llamamientos de ERC y la CUP a acordar una fecha electoral antes de que pueda ser inhabilitado, lo que enervó a sus socios de Govern y visualizó de nuevo la división estratégica entre las fuerzas independentistas.

Y el presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, alertó de que "sería una irresponsabilidad" no pactar la respuesta a una inhabilitación y le instó a no dejarse llevar por cálculos "electoralistas" y a no "aprovecharse del Govern para desgastar a su compañero de viaje" en el ejecutivo catalán.