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CRISIS DEL CORONAVIRUS

Fraudes y listas VIP en la vacunación, la nueva pandemia en América

La corrupción se hace patente en un continente que tiene más de 50 millones de contagiados por el coronavirus

Filas de coches en Brasilia con personas esperando para ser vacunadas
Filas de coches en Brasilia con personas esperando para ser vacunadas
EFE

Fraudes, robos, cargamentos ilegales y listas VIP son las nuevas “variantes” de la pandemia que empañan la vacunación contra la covid-19 en una América que, además de redoblar esfuerzos contra la enfermedad, debe ahora luchar para frenar las irregularidades.

Como si fueran pocos los más de 50 millones de contagiados que tiene el continente, a la lentitud en el proceso de vacunación en la mayoría de los países en este febrero se sumaron las cada vez más frecuentes denuncias sobre dosis “desaparecidas” y políticos inmunizados a pesar de no ser trabajadores de la salud ni adultos mayores.

“Más que ilegalidad, lo que existe de manera arraigada en la sociedad es la corrupción y una alta flexibilidad frente a este flagelo”, dijo a Efe el doctor en sociología Carlos Charry.

Lamentablemente, ahondó el director de la maestría en Estudios Sociales de la colombiana Universidad del Rosario, “la mayoría de medidas en contra de la corrupción han tratado de reforzar las acciones punitivas y no tanto los factores de control social y, especialmente, la ética en el individuo que es en donde se vuelve permisible la corrupción”.

El 26 de febrero de 2020 será una fecha para no olvidar en América Latina. Ese día, Brasil confirmó el primer caso de covid-19 en Sao Paulo y desde entonces la pandemia se instaló en la región.

Esta última semana de febrero el escándalo estalló en cuatro ciudades del país luego de que familiares de algunos ancianos informaran que los profesionales de la salud insertaron la aguja en el brazo de sus allegados pero no inyectaron el remedio.

Un video grabado en la ciudad de Petrópolis, en la región serrana de Río de Janeiro, en el que se observa a una anciana recibiendo una inyección con una jeringa vacía desató la indignación y obligó a que tanto la Secretaría de Salud como la policía investigaran.

En Niteroi, también en Río de Janeiro, la policía acusó de malversación de fondos, un delito que tiene penas de hasta 12 años de prisión, a una enfermera que, de “forma consciente”, no aplicó la vacuna a una mujer de 90 años y respondió “irónicamente” al ser cuestionada por la familia de la paciente.