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FISCALIDAD DEL AUTOMÓVIL

El Gobierno aboga por subir la fiscalidad al diésel y la gasolina para equipararla a la UE

También se proponen medidas para garantizar la sustitución de los vehículos de combustión interna por otros sin emisiones directas de CO2

El impuesto al diésel sale de los PGE y habrá inversiones autonómicas
El impuesto al diésel sale de los PGE y habrá inversiones autonómicas
S.E.

El Gobierno propone elevar progresivamente los impuestos que gravan el consumo de diésel y gasolina hasta que ambos se equiparen al tipo impositivo medio de la gasolina en la Unión Europea a 8 (países más avanzados), según el informe "España 2050" presentado este jueves.

Actualmente, los impuestos especiales que gravan los hidrocarburos en España se encuentran entre los más bajos de Europa, sobre todo en lo que respecta al diésel, lo que permite que los precios de venta al público sean también más bajos que en muchos de sus países homólogos.

La medida de equiparlos a la media de la UE-8 se recoge en el apartado reservado en el informe para avanzar en la descarbonización de la economía española, en el que también se proponen medidas para garantizar la sustitución de los vehículos de combustión interna (gasolina y diésel) por otros sin emisiones directas de CO2.

Para ello, lo expertos abogan por el desarrollo de una estrategia intersectorial que facilite la creación del ecosistema que requiere el automóvil eléctrico, fomentando su fabricación en España, impulsando la producción, reutilización y reciclaje de baterías, incrementando los puntos de recarga rápida e incentivando la compra de estos vehículos, teniendo en cuenta las posibles implicaciones distributivas de este tipo de ayudas.

Además, piden ajustar la fiscalidad del transporte por carretera al uso real del vehículo, abordando la totalidad de impactos negativos generados y asegurando una mayor coherencia entre el tipo de vehículo adquirido y las necesidades del servicio.

Para lograr estos objetivos, los expertos proponen pasar de las actuales figuras fiscales sobre la compra (impuesto de matriculación), circulación y combustibles, a un impuesto sobre el uso medido real del vehículo que tenga en cuenta sus características (peso, potencia y emisiones de contaminantes atmosféricos y gases de efecto invernadero).