El PSOE no ve riesgo de ruptura con Podemos pese a la tensión abierta

Los dos conflictos abiertos en el seno del Gobierno de coalición, a cuenta de la reforma laboral y la inhabilitación del diputado Alberto Rodríguez, y que han avivado las tensiones, no son motivos para el PSOE de “riesgo de ruptura” con sus socios, que mantienen el pulso para un nuevo marco laboral.

El choque entre los socios de Gobierno se ha visibilizado en los últimos días, principalmente este viernes, a cuenta de la sentencia del Tribunal Supremo al diputado de UP Alberto Rodríguez, por la que la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, debe retirarle su condición de diputado y que provocó que en las filas de Podemos acusaran tanto a los magistrados del tribunal como a la propia Batet de prevaricación.

Incluso Podemos anunció una querella contra la propia Batet por dicha cuestión, lo que provocó que el PSOE saliera en respaldo de la presidenta del Congreso argumentando que se ha limitado a aplicar la ley y la sentencia del Supremo contra Rodríguez, condenado por un delito de atentado a agentes de la autoridad.

Pero la controvertida reforma laboral fue el asunto que el mismo viernes, día que Batet comunicaba a Rodríguez su inhabilitación, llevó a Unidas Podemos a solicitar una reunión urgente de la mesa de seguimiento del pacto al creer que se está produciendo un incumplimiento “grave” porque los socialistas, con la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, a la cabeza, se niegan a derogarla.

Este sábado fuentes socialistas aseguraron que “no hay riesgo de ruptura con Podemos” e insistieron en que el Gobierno de coalición está “fuerte” y con proyectos legislativos por delante.

Pero la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, reiteró este sábado la pretensión de UP de seguir adelante con la presión para derogar la reforma laboral, mientras que la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, en otro acto aseguró que la reforma laboral se derogará, pero que “lo va a hacer el PSOE”.

Unidas Podemos considera que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se está entrometiendo en el proceso para reformar el mercado laboral, cuando creen que es una competencia exclusiva del Ministerio de Trabajo, que dirige Díaz.

Con la tensión en este frente, el abierto entre los socios de Gobierno por el asunto de la inhabilitación de Rodríguez este sábado no fue a más, ya que desde filas de Unidas Podemos ahora solo se apunta a los magistrados del Tribunal Supremo, sin mencionar a Batet, que era defendida de manera férrea por el PSOE ante su “escrupuloso” cumplimiento de la ley.

El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, arropó a Batet en “el cumplimiento escrupuloso de la ley” para dicho proceso y lanzó un mensaje a UP: “Las sentencias se recurren pero no se incumplen”.

Este sábado en las filas de Podemos no hubo referencias a Batet, pero sí a la Justicia, cuando el portavoz de UP, Pablo Echenique, entre otros dirigentes, apuntó que su formación derogará la reforma laboral “a pesar de todas las resistencias”, mientras que puso en valor la “firmeza” de su partido en defender los derechos aunque “nos persigan, nos acosen, nos difamen y nos roben ilegalmente escaños”.

Incluso el líder de IU, partido en coalición con Podemos, y ministro de Consumo, Alberto Garzón, quiso desmarcar a UP de la querella y matizó que se trata de una iniciativa solo “a título personal” de Rodríguez.

“Es natural que el afectado haya pensado iniciar las acciones legales que sus asesores jurídicos consideren oportunas. Se trata de una acción jurídica a título personal por parte de alguien que está indignado por este proceso que no debía haberse producido”, explicó Garzón.

Por su parte, preguntada sobre este asunto, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se mostró contraria a “judicializar la vida política” dado que los problemas políticos no se resuelven interponiendo querellas.