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VIVIENDA

La nueva ley estatal de vivienda incluye el control de precios

Raquel Sánchez afirma que dará “seguridad jurídica” a inquilinos y propietarios

Raquel Sánchez, a la derecha, junto a Isabel Rodríguez y Teresa Ribera en la rueda de prensa.
Raquel Sánchez, a la derecha, junto a Isabel Rodríguez y Teresa Ribera en la rueda de prensa.
E.P.

El Consejo de Ministros aprobó este martes el anteproyecto de la primera ley estatal de vivienda, que se tramitará de urgencia para que llegue “cuanto antes” al Congreso para su tramitación parlamentaria, indicó en rueda de prensa la ministra Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. “Pretende configurar la vivienda como el quinto pilar del Estado del Bienestar. Todos somos conscientes de que la vivienda es algo indispensable para el proyecto vital de cualquier persona”, añadió Sánchez, quien también indicó que la tramitación parlamentaria se hará por el procedimiento de urgencia para que pueda entrar en vigor en el segundo semestre de 2022, como figura en el Plan de Recuperación.

La ministra insistió en que la normativa dará “seguridad jurídica” tanto a inquilinos como a propietarios, porque dejará de considerar la vivienda “como un bien de mercado” para pasar a “consagrarlo como un derecho”, y rechazó que vaya a suponer una retirada de fondos internacionales en el sector, dado que la ley aporta “seguridad jurídica” tanto a propietarios como a arrendatarios.

La normativa protegerá de forma permanente el parque público de vivienda social, que no podrá ser enajenado. Además, introduce el concepto de vivienda asequible incentivada de titularidad privada, que otorgará “beneficios fiscales o de cualquier otra índole” para los propietarios que ofrezcan un alquiler a precios reducidos.

Para movilizar la vivienda y evitar los pisos vacíos, el anteproyecto establece recargos de hasta el 150% al IBI en la cuota líquida. De esta forma, se abre el abanico del 50 % permitido en la actualidad hasta ese 150 %. Este recargo máximo se aplicará a viviendas desocupadas durante más de dos años y a propietarios titulares de un mínimo de cuatro viviendas en el mismo municipio. La ministra insistió en que el anteproyecto de la Ley de Vivienda “permiten conciliar los intereses de los inquilinos pero también de los propietarios”, ya que también ofrecerá beneficios fiscales para los pequeños tenedores, aquellos con menos de diez inmuebles residenciales. El Gobierno pretende así estimular fiscalmente el alquiler de la vivienda habitacional de manera asequible con deducciones que irán del 50 % al 90 % en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

En las áreas tensionadas en las que los caseros bajen un 5 % la renta respecto al contrato anterior, la bonificación ascenderá al 90 %. La deducción será del 70 % si se alquila por primera vez a jóvenes de 18 a 35 años en esas zonas tensionadas. Si en el inmueble se han realizado obras de rehabilitación o mejora, la bonificación será del 60 %.

Congelación de precios

Asimismo, los propietarios que firmen un contrato de, al menos, 10 años podrán librarse de la congelación de los precios en las zonas tensionadas y podrán incrementar el alquiler hasta en un 10% a cambio de ampliar la duración del contrato. Además, en esta zonas el inquilino podrá prorrogar su contrato tres años más de lo que se contempla actualmente, manteniendo las mismas condiciones, con lo que se aseguran que la renta sola suba con el IPC durante un periodo más amplio.

Las Administraciones locales serán definirán la declaración de las zonas tensionadas, por un periodo de tres años, aunque podrá prorrogarse año a año si se dan las circunstancias.