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CORONAVIRUS

Los franceses, “agotados” con las restricciones ante el virus

Las nuevas medidas adoptadas inciden en el ánimo de los ciudadanos

Ambiente este martes en las calles del centro de París.
Ambiente este martes en las calles del centro de París.
Efe

Las nuevas restricciones anunciadas este lunes por el Gobierno francés para frenar el exponencial aumento de contagios por el coronavirus incidieron en el ánimo de los franceses, exasperados por la sensación de “déjà vu”, y en la restauración y la sanidad, principales afectados.

“Estamos agotados. Nuestros artistas, nuestros técnicos, nuestro personal... No pueden más de reorganizar la programación sistemáticamente”, declaró en la emisora France Info la vicepresidenta del sindicato nacional de espectáculos musicales, Prodiss, Aurélien Binder.

Una de las medidas tomadas por el Gobierno es la limitación durante al menos tres semanas del aforo en salas y exteriores, donde sólo se podrán concentrar 2.000 y 5.000 personas, respectivamente.

Además, los conciertos de pie fueron prohibidos, una disposición que la vicepresidenta de Prodiss aseguró que puede derivar en la anulación automática de muchos conciertos, por la dificultad de volver a poner en práctica medidas para celebrarlos sentados.

El sector cultural lamenta además que las nuevas reglas fueran impuestas sin previo aviso al gremio o al propio Ministerio de Cultura, que ha avisado ya que ayudarán a los más afectados. “El Estado permanecerá al lado de los que se vean afectados por estas nuevas medidas, circunscritas en el tiempo y adaptadas a la evolución de la situación sanitaria”, aseguró la ministra de Cultura, Roselyne Bachelot, en su cuenta de Twitter.

Algunos cantantes como Eddy de Pretto o Julien Doré bromearon en sus redes sociales sobre las nuevas normas diciendo que transformarán sus conciertos en mítines políticos o prometiendo presentarse a las próximas presidenciales de abril, pues en el contexto de la elección los encuentros políticos sí están permitidos.

En la hostelería, también lamentaron las últimas decisiones del Gobierno que preside Emmanuel Macron.

De momento, se ha prohibido el consumo de bebidas de pie y a partir del 15 de enero el pasaporte sanitario pasará a ser un pasaporte de vacunación.

Es decir, tan solo quienes estén vacunados podrán acceder a restaurantes y bares, además de teatros, cines, museos y gimnasios, sin que mostrar una prueba negativa del virus sea válido.