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GUERRA EN UCRANIA

EE. UU. veta la importación de crudo, gas y carbón de Rusia

La medida se adopta como castigo a la invasión y es secundada por Reino Unido, que eliminará “gradualmente” la compra de petróleo hasta detenerla

El presidente de EE.UU. Joe Biden
El presidente de EE.UU. Joe Biden
Efe

Estados Unidos prohibió este martes las importaciones de petróleo, gas natural y carbón desde Rusia, como castigo a la invasión de Ucrania, aunque reconoció que la medida va a suponer un coste para sus propios ciudadanos por el aumento del precio del combustible.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció el veto en un discurso en la Casa Blanca, antes de partir hacia Texas, el mayor estado productor de petróleo y gas del país.

Este paso “significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de EE.UU. y que el pueblo estadounidense asestará otro golpe fuerte a la maquinaria de guerra” del presidente de Rusia, Vladímir Putin, remarcó Biden, quien subrayó que tiene el apoyo tanto del Partido Demócrata como del Republicano.

En la práctica, la prohibición, que tiene efecto inmediato, supone el bloqueo por parte de EE.UU. de cualquier compra nueva de crudo y de ciertos productos petroleros, gas licuado y carbón rusos, además de cancelar las entregas de contratos existentes.

Un funcionario de alto rango del Gobierno de EE.UU. aclaró en una llamada con periodistas que la medida se materializa también en la prohibición de nuevas inversiones estadounidenses en el sector energético ruso. Al mismo tiempo, se veta a los estadounidenses participar en inversiones extranjeras en la industria de la energía de Rusia.

Biden explicó que EEUU ha decidido adoptar este castigo contra Moscú pese a que muchos de los aliados europeos no se encuentran en una posición de unirse a la medida.

Asimismo, el Gobierno británico reducirá gradualmente las importaciones de petróleo ruso hasta detenerlas por completo de aquí a final de año, un periodo de nueve meses que dedicará a fortalecer vías alternativas de abastecimiento, principalmente a través de Estados Unidos, Países Bajos y Oriente Medio.

Medidas desde la UE

La Comisión Europea también ha presentado una propuesta para reducir dos tercios las importaciones de gas ruso anualmente y lograr el objetivo de cortar la dependencia del mercado comunitario de los combustibles fósiles rusos en 2030.

Para alcanzar este objetivo, el Ejecutivo comunitario se ha planteado una hoja de ruta que incluye la diversificación del suministro para evitar a aquellos proveedores que puedan contribuir a la inestabilidad en el mercado como Gazprom, la coordinación entre Estados miembros para que las reservas de gas estén al 90% en octubre de cada año y acelerar la adopción de combustibles renovables.